El Real Zaragoza de Natxo González ha pasado toda la temporada preso de la irregularidad y de la falta de consistencia. A principio de curso vivía más de sensaciones que de puntos, arrancó ligeramente en octubre y cayó después con estrépito antes de que el inicio de la segunda vuelta marcara una cierta tendencia al alza, con 10 puntos en 5 partidos, con La Romareda como base y las citas a domicilio de agujero. Hoy, en Tarragona ante el Nástic (20.30 h.), tiene la ocasión de acercarse un poco más a la consistencia, dar ese salto tan buscado y firmar tres puntos que le alejarían mucho del descenso, ahora mismo a cinco, y le permitirían abrir su corazón para soñar con metas mucho más gratificantes como el playoff, ya que después de jugar en el Nou Estadi aún quedarán 15 jornadas.

El zaragocismo ha hecho muchas veces este curso las cuentas de la lechera y nunca han salido por esa mencionada irregularidad. Mejor no hacerlas y esperar a que el Zaragoza, por una vez, sea capaz de transformar lo que parece el momento adecuado para el despegue en un vuelo real. Este 2018 ha traído al equipo de Natxo González mucha fortaleza de local, con tres triunfos consecutivos y 10 de 12 puntos, pero también una mala imagen viajera, con una derrota en Granada y un empate con pésimo sabor en Alcorcón. En la consistencia deseada es clave que sea capaz el equipo de enlazar una buena racha de victorias. Y el Zaragoza solo ha sumado una vez en todo el curso dos seguidas. Hoy lo puede lograr otra vez si gana en Tarragona tras el buen partido y el triunfo frente al Lugo.

No fallar en la consolidación, mantener los valores futbolísticos que se vieron contra el Lugo, donde el ataque zaragocista fue fluido y conservar la cierta solidez ganada en los últimos tiempos (seis partidos de los últimos 11 sin encajar). Por ahí pasa la consistencia buscada y en Tarragona, además, el Zaragoza visita a un equipo muy flojo en su propio feudo, el segundo peor local de la categoría en concreto, con solo 11 puntos, y de momento a un rival directo para huir del descenso, ya que el Nástic solo tiene dos puntos menos en la tabla. Eso sí, el Nou Estadi se le da históricamente muy mal al Zaragoza, que no ha sido capaz de ganar allí ni en Primera ni en Segunda, solo en Copa, en la 76-77, hace ya más de 40 años. Es obvio que la historia no juega y lo que se trata es de romper hoy con ese maleficio.

GUTI Y HASTA TRES CAMBIOS

Para lograrlo, Natxo González recupera a Zapater pero pierde a Ros en la medular. Un sancionado por otro y lo más normal es que el ejeano ocupe ese sitio en el rombo que seguirá en la medular porque Guti, entre algodones toda la semana, va a ser de la partida. La importancia del canterano quedó patente ante el Lugo, donde volvió con una gran actuación, y en los mimos que ha tenido esta semana, ya que apenas se ha ejercitado con el grupo tras la sobrecarga en el gemelo que sufrió. Natxo ha estado muy pendiente y espera y desea que juegue. Llega justo, pero quiere estar. Y salvo recaída, estará.

Buff, de gran irrupción en la segunda parte frente al conjunto lucense, tiene muchos números para entrar en el once y Febas apunta a ser el damnificado. El catalán tiene alguna opción de hacerse con la plaza de Ros, pero lo normal es que sea para Zapater. Así, Zapa y Buff serían dos novedades. La tercera estará seguro en el eje, donde Perone es fijo y busca compañero. Natxo deja en tierra al irregular Verdasca, que verá el partido en casa, y entre Mikel González y Grippo se juegan ese puesto. El defensa vasco lleva más rodaje de entrenamientos y parece favorito ante el suizo, que acaba de superar un leve esguince de rodilla.

El Nástic ha vivido una gran revolución en enero con cambio de guardia en el banquillo, tras la llegada de Nano Rivas en lugar de Rodri, y con hasta seis fichajes, alguno de cierto relumbrón y rendimiento inmediato como Álvaro Vázquez (tres goles). También han llegado el exzaragocista Arzo, Matilla, Javi Márquez, Pleguezuelo y Dumitru, aunque este último es baja por lesión hoy.

INESTABILIDAD DEL NÁSTIC

El conjunto catalán, bajo la batuta de la agencia Promoesport, lleva dos temporadas con muchos cambios de dirección en el banquillo y demasiada inestabilidad, pero tiene una plantilla mejor de lo que dice la tabla, con varios jugadores de pasado zaragocista. Además del mencionado Arzo, también Uche, que regresa al equipo, Dongou, aunque este último puede ser uno de los descartes en la lista que dará Nano hoy, y Abraham, que es baja finalmente por lesión. Además, para la cita el Nástic no cuenta con Maikel Mesa, uno de sus mejores jugadores. El nuevo técnico llegó con la misión de sacar al equipo catalán del descenso y lleva dos partidos y no conoce la derrota en esta etapa. Es buen momento para que deguste ese amargo sabor, algo que al Zaragoza le permitiría dar ese salto tan deseado.