El jugador polaco se ha sometido este mediodía a pruebas médicas que han determinado que sufre una rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y del menisco de esta misma articulación. Se trata de la misma rodilla que se lesionó la temporada pasada y que le hizo estar de baja hasta final de esa campaña.

Wilk se lesionó esta vez durante el entrenamiento de ayer y las pruebas médicas han revelado la peor de las noticias para el jugador, quien pasará por el quirófano.