El Real Zaragoza busca en Miranda de Ebro y ante el colista el sello casi definitivo de su salvación. Una victoria en Anduva dejaría prácticamente finiquitado el problema de la amenaza de bajar a Segunda B, sobre todo si Almería y Alcorcón no ganan sus partidos. No sería matemático, pero los 46 puntos que firmaría el conjunto de César Láinez tras 35 jornadas alejarían casi cualquier fantasma y hasta permitirían soñar con mirar hacia arriba en las siete citas que restarían por mucho que la irregularidad y la inconsistencia de este Zaragoza supongan una dura realidad para pensar con alcanzar sobre la bocina el playoff, que antes del choque de hoy está a 10 puntos de distancia aún.

Láinez, en todo caso, no quiere hacer cuentas de la lechera y el viernes lanzó un claro aviso a su equipo, al que quiere centrado solo en huir del descenso, en ganar en Miranda de Ebro, donde le espera un rival, el más goleado de la categoría y que ha tenido una temporada flojísima en defensa, la mayor causa de todos sus males, pero que ha repuntado en las sensaciones, que no en los resultados (dos derrotas y una victoria), con la llegada del aragonés y exzaragocista Pablo Alfaro al banquillo. No parece, sin embargo, que le vaya a ser suficiente para lograr la permanencia, pero es obvio que en el partido el Mirandés se juega el todo o nada y seguro que va a exigir al Zaragoza un elevado nivel de intensidad y de ganas. Si los zaragocistas bajan un ápice, saldrán, como dijo el técnico, con la cara sonrojada.

MALAS DEFENSAS / Es obvio que el Zaragoza de Láinez ha supuesto una tremenda mejoría con el anterior de Agné. En los resultados, con ocho puntos de 12, para ser uno de los ocho mejores estrenos en el banquillo zaragocista en su historia, y también en el fútbol, porque genera más peligro y más juego. No ha podido mejorar, eso sí, la debilidad del equipo con el paso de los minutos en los partidos y su flojera defensiva, aunque no es menos cierto que el Zaragoza ha sido capaz de dejar su portería a cero en dos de los cuatro encuentros con el nuevo entrenador. Con todo, la debilidad atrás es mucho mayor la del rival, que ha encajado 57 goles en 34 partidos, por los 45 del Zaragoza. Se enfrentan, pues, dos de las peores defensas de Segunda.

Láinez ha encontrado en un mes un once y todo apunta a que saldrá el mismo equipo que ante el Mallorca, en la última jornada, y el Elche, en el debut del entrenador zaragozano, una continuidad en el bloque que es una excelente noticia. El Zaragoza, eso sí, firmó ante el conjunto balear su partido más espeso de la nueva era, por lo que hoy el primer paso es mejorar esa imagen.

Queda dicho que en Anduva le espera un choque áspero, con el apoyo de más de 1.000 zaragocistas en las gradas, un factor muy a tener en cuenta en un campo con sabor a categorías mucho más modestas y que lleva viendo fútbol de plata desde el 2012. El Mirandés comenzó el curso a buen nivel, pero esta vez el equipo se le cayó a Carlos Terrazas. Las apuestas fallidas en su segundo, Álvarez de los Mozos, y en Claudio Barragán le han puesto contra las cuerdas y hoy se juega una finalísima por la permanencia. Para la cita, Pablo recupera tras su indulto a Guarrotxena, su máximo goleador, y a Provencio.