La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo ha dado la razón al Real Zaragoza en el conocido popularmente como caso Mediapro y que se remonta a los tiempos de Agapito Iglesias en la propiedad. Se trata de una sentencia esperada por la Sociedad Anónima Deportiva (SAD), que ya había ganado el juicio en primera instancia y concedía pocas posibilidades de éxito al último recurso del grupo audiovisual. Mediapro reclamaba la vigencia del acuerdo firmado con el Real Zaragoza hasta «la terminación de la temporada 2012-2013 y por lo tanto el incumplimiento del contrato» que el club tenía suscrito desde el año 2007 con la citada compañía por los derechos televisivos.

El punto de vista del club aragonés, que firmó con DTS (Distribuidora de Televisión Digital, formalmente Canal Plus) en el verano del 2012 hasta el 2015, era distinto, dado que entendía que el contrato con Mediapro expiraba en la campaña 2011-2012, sin tener en cuenta la suspensión de la vinculación contractual por el descenso a Segunda División de la temporada 2008-2009. Finalmente, el Tribunal Supremo ha entendido que la postura defendida por el Real Zaragoza era la correcta y ha desestimado el recurso del grupo mediático.

En realidad Mediapro recurrió en dos vías, en casación y por infracción procesal. Esta última hace alusión a que la Audiencia Provincial de Zaragoza, en una primera revisión del fallo, consideró la temporada 2012-2013 era cosa juzgada (no revisable), cuando en realidad la jueza del Mercantil 2 solo dijo que no se pronunciaba porque, entonces, la temporada estaba por llegar.

Pero aunque el Supremo da la razón a Mediapro en esto, y le devuelve las costas (el dinero) de este recurso, en el fondo del asunto, el recurso de casación ratifica la sentencia favorable al Real Zaragoza, y esto sí que tendrá que pagarlo la empresa. Y con todo ello, la SAD calcula que se ahorra alrededor de 950.000 euros (dinero que hubiera tenido que devolver). Mediapro pagaba unos 14 millones anuales al club y DTS, 24, 25 y 26 por cada campaña.