El Carlos Tartiere es un bastión difícilmente conquistable. Una visita marcada en rojo en el calendario de todos los equipos por su la complejidad de arrancar un resultado positivo. Es la principal fuente de alimentación de un Real Oviedo que se agiganta cuando se viste con la elástica azul y los pantalones blancos. El Real Zaragoza visita al campo donde el Oviedo ha sumado 90 puntos de los 128 totales que ha logrado desde su retorno a Segunda, cerca del 70% de sus puntos los han logrado en casa. Una seguridad como local contrarrestada por su irregularidad como visitante.

Tras los varapalos en La Romareda urge reaccionar cuanto antes, y el presente pasa por el Carlos Tartiere. Un estadio que históricamente no se le da nada bien al conjunto zaragozano, donde solo ha ganado en una ocasión de los cinco partidos disputados en Liga de plata. Su regreso a Segunda trajo de vuelta al fútbol español el encanto del Tartiere, una plaza donde el conjunto carbayón solo ha perdido nueve encuentros en 45 partidos disputados. Unas cifras que muestran el potencial del equipo azul en su estadio. Con Juan Antonio Anquela la dinámica está siguiendo por el mismo cauce que la mayoría de entrenadores azules. De tres encuentros que ha jugado el conjunto de la capital de Asturias han vencido dos y han cosechado una derrota, ante el Rayo Vallecano en la jornada inicial (2-3). El equipo ovetense ejecuta con más eficiencia su plan de juego cuando disputan su encuentro en el Tartiere. Con una solidez defensiva que les ha permitido dejar la portería a cero en los dos últimos partidos en casa y con una efectividad temida por sus oponentes.

El paso del tiempo no está siendo un buen consejero para el cuadro zaragocista, que ya pisa posiciones de descenso tras la victoria que logró el Lorca. Una situación amarga, pero que aún no llega al calificativo de alarmante. El fútbol no entiende de buena praxis, solo de resultados, de puntos a favor que te permitan escalar en la tabla. Un aspecto que obliga al conjunto de Natxo González a engrosar la cifra de triunfos para situarse en una zona de mayor privilegio. El Real Zaragoza tiene ante sí la oportunidad de lograr una victoria de peso ante un rival de nivel y en un estadio altamente inexpugnable.