No es un partido cualquiera el de mañana (21.00 horas) para el Zaragoza. Ante el Cádiz, la necesidad de ganar es máxima para que no se vivan más complicaciones en la carrera por evitar la tragedia que implica el descenso a Segunda B. Lo saben en el club, y han promovido una campaña con descuentos para socios que ha dejado en dos días 520 entradas vendidas, y lo saben en el vestuario, donde ayer cuatro jugadores vitales en el esquema de César Láinez, Ángel, Javi Ros, Edu Bedia y el capitán, Alberto Zapater, quisieron lanzar un claro llamamiento a la afición para que mañana ayude al equipo en pos de firmar una victoria que sería un pasaporte prácticamente definitivo para la salvación.

Ha respondido la afición zaragocista siempre, también en las muy malas, como en esta negra etapa en Segunda. Sin ir más lejos, hay 22.050 abonados en este curso, una cifra más que significativa cuando el Zaragoza vive su cuarta temporada de dura travesía por la categoría de plata, un hábitat inmerecido por historia y por masa social. Pero es el que hay y la grada, pese a que el equipo ha vivido un año más que mediocre, superó en los 18 partidos en casa los 309.500 espectadores, con una media de 15.477, la más alta de largo de Segunda y mayor que varios equipos de Primera.

Ha necesitado muy poco, o casi nada, la afición en esta temporada para engancharse a su equipo. Y eso lo reconocen Zapater, Ros, Edu Bedia y Ángel, igual que lo hace cualquier componente de la plantilla y el mismo César Láinez, que sabe a la perfección la importancia de la grada de La Romareda. «Ojalá que antes de que deje este puesto como entrenador vea una Romareda llena y que el jugador sienta lo que yo he sentido cuando te lleva en volandas», aseguró el técnico en la previa del partido ante el Getafe.

LA RESPUESTA EN ESTE CURSO / Ese día, con 19.513 espectadores, la segunda mejor entrada tras la del derbi ante el Huesca (21.956), el Zaragoza vio frenada una racha de 11 puntos de 15 que permitió hasta ilusionarse con la posibilidad de reengancharse al playoff, algo que las derrotas ante el Getafe y el Reus han dejado ya en un imposible. Ahora, con cuatro puntos de renta con el descenso y con cinco jornadas por jugarse, se trata de sellar la continuidad en Segunda cuanto antes.

No está el Zaragoza logrando buenos resultados como local en este curso, un reflejo fiel en todo caso de su mediocridad. De su feudo han volado ya 26 puntos de 54 jugados y el balance global, de ocho victorias, cuatro empates y seis derrotas, es mucho peor si se mira solo el 2017, donde solo ganó dos partidos ante su gente, frente al Numancia y el Mallorca, de los 9 que ha disputado en lo que va de este año. Empató con el Lugo y el Valladolid. Y perdió con el Girona, el Levante, el Nástic, el Sevilla Atlético y el Getafe.

Así que los resultados también dicen que el Zaragoza necesitará de su gente para superar mañana al Cádiz, que con 24 puntos es el tercer mejor visitante. El club espera que La Romareda, pese al inusual horario en viernes, tenga una gran entrada y durante hoy y mañana se mantiene la promoción por la que los abonados podrán adquirir dos entradas con un 50% de descuento.