Un gol de Ángel, que en el minuto 60 había fallado un penalti, permitió al Real Zaragoza conseguir ayer una importante victoria sobre el Leganés, que no se lo puso fácil a los locales y que apretó hasta el final en busca del empate. Este trabajado triunfo frena la caída del conjunto zaragocista en la tabla clasificatoria y lo acerca a la zona de promoción. La victoria era muy necesaria, porque el Zaragoza solo había sumado cuatro puntos de los quince en juego en la cinco últimas jornadas de Liga y se encontraba en un momento delicado de la temporada. Además le permitirá afrontar con mayor confianza los dos desplazamientos consecutivos a los complicados campos de Córdoba y Osasuna, que se encuentran en la parte alta de la tabla.

Como parecía cantado Lluís Carreras puso en el once a casi todos los refuerzos llegados en el mercado invernal. Solo se quedó en el banquillo Dongou, que después tampoco tuvo minutos de juego. Leandro Cabrera y Erik Morán también regresaron al equipo inicial tras cumplir sanción y la alineación fue casi nueva con relación a la que empezó el último partido disputado en campo del Almería. El Real Zaragoza tuvo mejor actitud que en otras ocasiones desde el principio del encuentro y sobre todo fue netamente superior al Leganés en la segunda parte. El equipo fue más consistente y con Javi Ros y Juan Culio en el centro del campo también realizó un fútbol de mayor control de juego en la zona medular.

El primer periodo del encuentro fue muy igualado. El Leganés, jugando con tres centrales y dos carrileros, mantuvo a raya al Zaragoza, que por momentos acusó la falta de compenetración entre sus jugadores por los numerosos cambios que hubo en el once. Carreras no tenía otro remedio que dar entrada a los nuevos para buscar la reacción de un equipo que en Almería había dado muestras de estar casi muerto. El cuadro aragonés tuvo muy pocas oportunidades en la primera parte. Algunos remates de cabeza de Cabrera en acciones a balón parado bien ejecutadas por Manu Lanzarote, al que pareció faltarle físico, y un disparo lejano de Erik Morán que estuvo a punto de sorprender al meta Serantes. Ángel, por ejemplo, no pudo rematar ninguna vez con peligro.

MEJOR EN LA SEGUNDA PARTE

El Leganés, en cambio, disfrutó de dos buenas ocasiones para retirarse al descanso con ventaja en el marcador. En una Jorge Miramón estrelló el balón al lateral de la red y en la otra Gabriel, tras ganar la posición a Alberto Guitián, remató a las manos de Manu Herrera desde cerca. Pero no hubo goles y todo quedaba abierto para la segunda parte. Lluís Carreras apostó por mantener el mismo once que al inicio del encuentro. Poco a poco el Real Zaragoza se fue haciendo con el control del partido y a tocar con mayor fluidez el balón en la zona medular. Ángel pudo entonces poner de cara el encuentro para el Zaragoza, pero el portero Serantes detuvo con una gran parada el lanzamiento del delantero canario del dudoso penalti señalado a Montovani sobre Culio (m.60).

Carreras decidió poco después empezar a mover el banquillo. Sergio Gil entró por Javi Ros y Freddy Hinestroza sustituyó a un cansado Manu Lanzarote. Hinestroza se colocó desde el primer momento en la banda izquierda y Pedro se trasladó a la derecha. El concurso del jugador colombiano resultaría luego determinante para la victoria del Real Zaragoza. De sus botas partieron a partir de entonces casi todas las jugadas de peligro de los locales. Estando fresco y fue como una especie de revulsivo para el equipo. En el minuto 75, Freddy Hinestroza superó por primera vez a Víctor Díaz, lateral derecho del Leganés, y su centro fue enviado a la red por Ángel (m.75), que de ese modo se resarcía del fallo del penalti.

Ese tanto recompensaba de alguna forma el mejor juego de los locales, con Culio y Morán más enchufados. Pero el Zaragoza tampoco podía dar por asegurada la victoria. De hecho, Pedro, a la salida de un córner, evitó sobre la línea de portería que un remate de cabeza de Montovani se pudiera convertir en el empate. Los jugadores del cuadro pepinero reclamaron al árbitro que el balón había sido despejado por Pedro desde dentro de la portería, pero el colegio no atendió esa petición y ordenó seguir el juego. En los últimos minutos, Freddy Hinestroza fue capaz de crear dos ocasiones de peligro, pero ninguna de ellas se pudo traducir. En la primera remató el mismo poniendo a prueba a Serantes y en la segunda Pedro Sánchez no acertó a marcar cuando tenía todo a su favor.

El Real Zaragoza, como ya había dicho Lluís Carreras en la previa del viernes, necesitaba ganar como fuera y además lo hizo merecidamente frente a un rival rocoso y muy bien trabajado. Eso debería dar confianza a sus jugadores para afrontar con mejores perspectivas de éxito los complicados desplazamientos que les esperan ahora a los estadios de Córdoba y Osasuna.