Whalley fue la apuesta clara de Víctor Muñoz desde el comienzo de la pretemporada y el meta está, por ahora, respondiendo a esa fe. Y lo hace en las últimas semanas con la alargada sombra de Bono a su espalda. El marroquí también ha convencido al entrenador y no es menos cierto que hay voces en el club que ven con mejores ojos su titularidad y también que el Atlético no ha cedido a un meta con proyección para que no juegue, pero Víctor se mantiene firme en que no hay razón para quitar a un portero, un puesto de máximo riesgo, si lo está haciendo bien. Y Whalley, que cuando sea suplente pasaría a ocupar la portería del filial, está cumpliendo incluso con muy buena nota en los últimos partidos, justo cuando Bono está entrenándose, aunque no vaya convocado.

Víctor ha resuelto de momento la ecuación en los encuentros ante el Sabadell y el Alavés --Bono fue presentado el martes 9 de septiembre y ya se habían jugado tres jornadas-- dejando fuera al marroquí, al que alabó el viernes, justificando esa decisión en la adaptación que un portero necesita con sus compañeros. Antes de la cita ante el Alavés, el técnico, con una mueca de malestar por la pregunta, puso muy clara su apuesta por Whalley le pese a quien le pese. "Dejará de jugar si lo expulsan o si su estado hace que le pesen los partidos, pero por ahora actúa como un portero con una experiencia tremenda. Está jugando formidable".

Y Whalley, al que ya hizo debutar Víctor el curso pasado y que pasó en la Copa el sitio a Alcolea, no le dejó en mal lugar contra el Alavés. Salvó un remate a bocajarro de Ion Vélez con 1-0 al filo del descanso y exhibió tranquilidad --una de sus virtudes-- en cada acción. Ante el Sabadell fue su mejor partido hasta ahora: hizo un paradón, muestra de su agilidad bajo palos, a remate de Kiko y neutralizó disparos de Longás o Gato.

El portero, que ha dejado su portería a cero ante el Recre y el Alavés, lleva 6 goles en 5 partidos, pero 4 los recibió en el Mini Estadi en la tercera jornada, donde el mal trabajo defensivo y el error del árbitro en el primer tanto del Barça B le dieron una amarga tarde, pero también allí salvó dos remates a quemarropa de Dongou. En la segunda cita, frente a Osasuna, fue su actuación con más claroscuros, sobre todo en varias salidas, aunque no pudo hacer nada en el tanto de De las Cuevas y, en el debut liguero en el Colombino, el Recreativo apenas le exigió.