Desde el 2002, cuando tomó las las riendas del Catarroja, en Regional Preferente, Álvaro Cervera (Santa Isabel, Guinea, 20-9-65) ha sido un trotamundos de los banquillos. Pasó después por el Villarreal juvenil, Castellón, Almansa, Alicante, Cultual Leonesa, Jaén, Real Unión, Recreativo, Racing, en su único y breve paso de 13 partidos por Primera, Tenerife, su estancia más prolongada, con dos años y medio, y el Cádiz. Es un extenso currículum de un técnico que en poco más de 14 años ha tomado las riendas de 12 equipos.

Álvaro Cervera, un jugador de zurda brillante que despuntó en el Mallorca y en el Valencia y que fue cuatro veces internacional, salió del Tenerife en enero del 2015 para dejar su sitio a Agné. Ambos entrenadores también comparten haber dirigido al Recre y al Cádiz, al que Álvaro llegó en la jornada 35 del curso pasado para meterlo con apuros en los cuatro últimos partodos en el playofff y después sellar un ascenso en la promoción casi inmaculado, con cinco victorias y un empate y eliminando al Racing de Ferrol, al Racing de Santander y al Hércules para que el equipo gaditano lograse por fin el retorno a Segunda.

Esa promoción ya le dejó claro a Álvaro que la apuesta en el Cádiz tenía que ser la solidez, por mucho que el animoso público gaditano invite a proponer estilos más ambiciosos. La idea la ha mantenido en este curso y, de momento, el Cádiz circula con cierta comodidad en la tabla, con 21 puntos y tras pasar una racha de seis jornadas sin ganar, un mal momento que ya superó.

La afición cadista ha aceptado esa apuesta de Álvaro por un bloque aguerrido e intenso, por un equipo donde la capacidad de recuperación de Garrido y de José Mari marca el inicio del despliegue por las bandas de Selvi y Álvaro García y la efectividad para aguantar el balón y la pegada arriba de Ortuño, fijo en ataque por delante de Gorka Santamaría, de un Güiza lejano a ser el que fue y del joven hermano del Kun Agüero, Gastón del Castillo.

El Cádiz, uno de los límites salariales más bajos de Segunda, se ha fijado como objetivo en enero fichar a un mediapunta con fútbol. De momento, su apuesta es por un trivote en el medio, con José Mari, Garrido y Abdullah. «Si insistimos y no sale bien pues lo tendremos que quitar, pero de momento apostamos por el trivote. Seguimos sin tener el mediapunta que queremos», se justificó ayer Álvaro, consciente de que el camino de la salvación está en la consistencia.