Se acerca el fin del mercado y la cosa se pone seria. El Real Zaragoza necesita que José Javier Barkero deje de pertenecer a la plantilla antes de mañana, o de lo contrario no podrá inscribir para la segunda jornada de Liga a los fichajes que han llegado esta semana, Eldin Hazdic, Albert Dorca y Borja Bastón.

La ficha del futbolista vasco, que es de 400.000 euros, dispara el gasto salarial del club aragonés y la Liga de Fútbol Profesional, que controla muy de cerca los movimientos del Zaragoza, no permitirá que la entidad cuente ante el Osasuna con los últimos refuerzos. Un problema grave, teniendo en cuenta, por ejemplo, que la participación del único delantero centro de la plantilla, Bastón, depende de que se solucione la situación de Barkero. Así pues, Barkero ya sabe que si las negociaciones que sus agentes están manteniendo en los últimos días con el club no fructifican antes de mañana, el Zaragoza optará por el último recurso: el despido.

Una medida que ya utilizó la entidad la temporada pasada, cuando echó a Zuculini para que los fichajes pudieran participar en el primer encuentro de Liga ante el Hércules. Esta situación no es exclusiva del Zaragoza, sino que en la pasada jornada ya la tuvieron que afrontar otros clubs. En Segunda, fue precisamente el rival del Zaragoza, el Recreativo, el que no pudo inscribir a algunos jugadores por la misma razón, y en Primera el problema fue para el Elche, que no pudo contar, por ejemplo, con el exzaragocista Víctor Rodríguez para el debut del equipo en la competición liguera.

Barkero ya fue informado hace semanas de que debía rebajarse el sueldo para continuar en la plantilla. De hecho, el centrocampista se mostró dispuesto a aceptar una bajada de salario. No obstante, cuando el club conoció que solo podía contar durante la temporada con 18 fichas del primer equipo, la idea de la entidad cambió, puesto que Víctor Muñoz no consideraba a Barkero un jugador prioritario, de forma que se le comunicó que debía buscarse equipo.