Leo Franco volverá a jugar mañana un partido oficial con el Zaragoza. Manolo Jiménez tiene decidido que el meta argentino sea quien ocupe la portería en el torneo copero, empezando por la cita de dieciseisavos de final ante el Granada que se disputará en La Romareda y que supondrá que el arquero vuelva a jugar un partido oficial después de casi un año y medio sin hacerlo. De hecho, su último encuentro fue el que certificó la permanencia en la última jornada de la 2010-2011, en el Ciudad de Valencia con la victoria frente al Levante por 1-2. El curso pasado Roberto disputó todos los minutos de Liga y también jugó los dos choques de la eliminatoria de Copa ante el Alcorcón, ya que Javier Aguirre tenía decidido que en esos partidos fuera Leo Franco el que jugara, pero se lesionó previamente en el cuádriceps.

La decisión de apostar por Leo Franco en la Copa del Rey viene a subrayar la importancia que el guardameta tiene para Jiménez y es un acto de justicia con el comportamiento ejemplar que ha tenido el portero, que a la sombra de Roberto, titular incuestionable, no jugó ni un minuto en la temporada pasada. Sin embargo, fue uno de los elementos más importantes de cohesión en el vestuario en la angustiosa y decisiva recta final de la campaña pasada, además de trabajar muy duro en cada entrenamiento.

Eso le valió para que Manolo Jiménez pidiera expresamente su renovación, que firmó por dos campañas para posponer su deseo de retirarse en el fútbol argentino, idea que aún conserva. De hecho, ese contrato por dos años tiene una cláusula de desenganche al final de este curso. Y Leo Franco, sin ser uno de los capitanes, sigue siendo un baluarte importante para hacer grupo, en un vestuario con muchos jugadores nuevos y bastantes jóvenes, y continúa llevando de la mejor manera posible el ser el segundo meta zaragocista.

324 EN PRIMERA Es verdad que la especialidad del argentino no son las relaciones públicas con los medios, pero tanto Aguirre como Jiménez han destacado su valor en el vestuario y sus compañeros, en público y en privado, también elogian esa faceta. Además, a sus 35 años, le contemplan 324 partidos y 13 temporadas en Primera División, además de haber sido internacional absoluto por Argentina y de ser importante en la salvación de la 2010-11. Ese curso disputó 23 partidos de arquero zaragocista y fue vital en los últimos, en los decisivos. Franco ha llevado bien ese rol de ser el segundo de Roberto, pero quiere jugar y la Copa del Rey es el escenario perfecto para que lo haga. La Copa es, pues, para Leo.