Aquella tarde abrasadora en Huelva parecía que todo iba a ser diferente a como ha sido. Después del primer mes de competición, el Real Zaragoza no ha comenzado bien la temporada: tres puntos de doce posibles. Sin alharacas, pero el equipo estuvo serio en el Colombino, dio el do de pecho contra Osasuna con el potente viento a favor del mejor clima ambiental en La Romareda en años, empezó de bajada en el Mini Estadi y la continuó con el Sabadell, Copa y eliminación en Albacete mediante. En ese punto estamos con otra jornada en casa a la vista: el Alavés.

Con este equipo y con su técnico hay que tener más paciencia que con ninguno porque carga con mil condicionantes, casi todos en grado de eximente. Anteayer aún llegó un jugador... Víctor Muñoz dirige al Zaragoza porque tenía firmado otro año más. Es una herencia recibida y aceptada por la nueva propiedad por diferentes circunstancias, con las particularidades que ello conlleva. Su posición no es incómoda, pero tampoco ideal. Todos los entrenadores han de ganar partidos, pero Víctor más, incluso con tantos atenuantes a favor.