Achille Emaná es la gran estrella del Nástic, por su fútbol, por su experiencia, por su personalidad sobre todo. Alrededor de la figura del camerunés ha crecido un equipo que volvió a Segunda hace unos meses para establecerse como una de las sorpresas de la Liga. Lo ha hecho a través de la pasión que desprende el africano, capaz de contagiar a todo un equipo, de hacer creer a cualquiera en su fútbol; lo ha hecho con fútbol y ritmo, con goles también, nacidos en buena parte de la explosión de un joven andaluz que aparece entre los mejores artilleros de la categoría. José Naranjo era un desconocido hasta hace unos meses, pero hoy iniciará el partido en La Romareda como máximo artillero de ambos equipos.

Precisamente por su condición de futbolista anónimo, el Nástic le hizo ficha del filial tras su paso por el Villarreal B, donde jugó cedido la pasada temporada. No llegó de titular, ni mucho menos. Se le veía esperando minutos por detrás de Marcos y Azkorra. Pero el fútbol le abrió un espacio y entró, por calidad, dinamismo y explosividad. Sobre todo por goles. Ha dejado algunos de los mejores de la temporada, con golpeos de calidad que han elevado las expectativas de su equipo. A los 21 años, es la referencia atacante del Nástic, con 13 dianas que ha convertido en 15 puntos para su equipo.

A primeros de marzo, el delantero apareció en unas imágenes de la Liga de Fútbol Profesional junto a Lluís Carreras. Eran los hombres del mes de febrero en la categoría. El mejor técnico, el mejor jugador. José Manuel García Naranjo (Rociana del Condado, 28 de julio de 1994) había participado en algún encuentro con el Recreativo hace un par de campañas, después de brillar en el Recre B. Lo quiso el Real Madrid, pero finalmente se decidió por el Villarreal, donde pasó el último curso con una participación notable en cuanto a minutos pero mínima incidencia en el apartado goleador.

Cuatro de cuatro

Quizá por eso nada más aterrizar en el Nou Estadi se definió como "un jugador de último pase". No acertó, desde luego, en la exposición. No tardó mucho en convertirse en la referencia goleadora indiscutible de su equipo, más en este último tramo de la competición. En los últimos cuatro encuentros, sin ir más lejos, ha llevado el balón a la red en cuatro ocasiones.

A excepción del último choque, que acabó con polémica 0-0 ante el Leganés, en los anteriores anotó en las victorias ante el Almería (victoria por 1-2) y un doblete contra el Mirandés (3-2), y en el empate en el campo del Llagostera (1-1). Trece goles avalan al joven y tímido jugador que hace menos de un año veía las cosas de una manera bien diferente. "Mis padres son agricultores y en verano ayudaba a la familia en las viñas", cuenta este hombre que ahora saca fruto del fútbol embriagándose de goles.