—¿Con qué sensación terminaron el partido de ida de la eliminatoria en Los Pajaritos?

—Personalmente un poco insatisfecho por el empate porque en la segunda parte estuvimos mucho mejor que en la primera y se nos quedó corto el partido. Nos veíamos más enteros físicamente.

—Valorando el encuentro en su conjunto, ¿merecieron más que el Real Zaragoza?

—Merecer o no merecer es muy relativo, pero sí que los teníamos un poco embotellados. Luego hay que acertar, que es lo verdaderamente complicado.

—Ahí es posible que entrara el pensamiento del Real Zaragoza de que resta la vuelta y en casa.

—Sí. A partir del minuto 70 empezaron a jugar con el tiempo, con el marcador y con la vuelta, algo lógico por otra parte. Aun así, físicamente pensaba que nosotros íbamos a estar peor, sobre todo por cómo transcurrió la primera parte porque nos hicieron correr mucho. Nos vimos bastante enteros, no sé si por nuestra mentalidad de querer marcar otro gol y por eso me fui con un sabor medio malo.

—¿Cree que hubo demasiado miedo por parte de los dos equipos a no encajar un gol?

—Sí, lógicamente. Es un partido de 180 minutos y tienes que saber jugarlo. Si es importante meter un gol, más lo es no encajarlo y sobre todo en casa. Si te llegan nada más comenzar y te meten un golazo por la escuadra no te queda nada más que aplaudir. También es entendible querer guardar la ropa sabiendo que hay otro partido.

—¿Tan favorito consideran al Zaragoza o es un papel que les conviene para evitar presión?

—Por entidad, presupuesto y afición, sí. Y además si han quedado terceros es por algo. Algo habrán hecho mejor que nosotros. Han hecho una segunda vuelta casi perfecta y es normal considerarlo favorito porque ha quedado por arriba.

—¿Les extrañó que el Real Zaragoza se marchara tan satisfecho de Los Pajaritos siendo que no logró ganar?

—No, porque confían mucho en su campo, en sus posibilidades y en el empuje de su gente. Estará el campo lleno y será el jugador número 12 la afición.

—¿Les infunde respeto el estadio de La Romareda?

—¿Y a quién no le da respeto? Como cuando vas a El Molinón o campos así. Al principio te da un poco de respeto porque al final en Los Pajaritos no caben ni 10.000. Al fin y al cabo somos once contra once. Respeto sí, pero es más motivación.

—En Liga no les salió nada y acabaron goleados, ¿qué tendrán que cambiar para no que repita?

—No es solo en La Romareda, sino todo el año. No somos como en casa y nos penaliza mucho. Los dos últimos años que he ido allí nos han metido tres. ¿Qué hay que cambiar? No sé ni por dónde empezar. Todo realmente, pero estamos en un playoff, la mentalidad es diferente y sabemos que solo nos vale ganar allí. Hay que empezar por no encajar, atrevernos más e ir a por ellos. Fuera no hemos sido un equipo sólido.

—¿Y han analizado qué les sucede fuera de casa?

—No lo sabemos porque lo hubiéramos cambiado. No hemos sabido tocar la tecla que tocaba.

—¿Irán a por la victoria desde el principio o saldrán más contenidos y a dejar pasar los minutos?

—Antes o después tendremos que marcar un gol e irnos al ataque. El Zaragoza te somete con balón, te hace correr y cambiar mucho de marca. En alguna imagino que les pillaremos e intentaremos meter un gol.

—¿Qué ambiente se respira por Soria?

—Por la calle, salvo para pasear a mi perro, salgo poco porque hay que descansar y se nota en las piernas la carga de partidos. Supongo que la gente está muy ilusionada y nos intentan alentar para conseguir algo más bonito todavía.

—¿Cómo le pueden hacer daño al Real Zaragoza?

—Lo ideal es que estén alegres en ataque, porque si algo bueno tenemos nosotros es el contraataque. Luego hay que tener la precisión y el último pase para culminar buenas contras. Dudo que salgan a encerrarse, algo parecido a la primera parte del partido de ida.

—Estuvo dos temporadas en el club, aunque jugó en el filial. ¿Es especial para usted jugar contra el Real Zaragoza?

—No es lo mismo haber jugado en el primer equipo que en el filial, pero siempre guardas buenos recuerdos, te encuentras a gente de cuando estaba en el club y eso es bonito, pero motivación especial no tengo.