--¿Se imaginaba que iba a alcanzar los 20 goles cuando llegó cedido en verano?

--Era difícil pensarlo, pero siempre se viene con ambición, con la idea de realizar una buena temporada y gracias a Dios todo eso se está cumpliendo y estoy ayudando al equipo. Eso es lo importante.

--Pase lo que pase en estas 12 jornadas finales su temporada en el Zaragoza es ya la de su explosión, ¿no?

--Sí, lo es. Así al menos lo siento yo, que aquí ha sido mi explosión. He ido poco a poco progresando en diferentes equipos después de la lesión que tuve en el Atlético, cogiendo sensaciones y volviéndome a encontrar como cuando era muy joven. Hace unos años tuve la mala fortuna de la lesión, que me pilló en un momento importante, fue un palo y debí volver a coger confianza para volver a sentirme bien. He ido creciendo, siempre mejorando cifras. Y ya tocaba hacer una buena temporada. A ver si puedo seguir así, porque el equipo va a necesitar de todos en esta recta final.

--¿Cómo se siente en el Zaragoza, en el equipo y en la ciudad?

--Muy bien, la verdad. El entorno para mí es fundamental, básico. Mis compañeros, el club, los zaragocistas, la gente de la ciudad.... Todos se están portando fenomenal, mostrándome ese cariño que te hace sentirte importante, ver que tienes un papel fundamental. Lo estoy intentando aprovechar todo para devolver ese cariño y esa confianza.

--Los goles son cuestión de confianza en un delantero. Usted ahora la tiene.

--Yo siempre marqué muchos goles desde muy pequeño y tenía, y tengo, mucha confianza en mis posibilidades. Sé lo que pudo dar y cuando llegan los goles esa confianza se te refuerza, porque estás con la fe de que el balón va a entrar.

--Ahora mismo es el máximo goleador de Segunda. ¿El Pichichi es una motivación?

--La motivación es que el equipo gane y ayudar en lo posible. Y una obsesión desde luego que no es. Sí es un aliciente y a nadie le amarga un dulce. Ves que quedan pocos partidos, que estás luchando ahí, y que lo puedes lograr, que es algo bonito, pero, insisto, lo más importante es que mis goles sirvan para ganar.

--En Santander firmó otros dos goles en la victoria del Zaragoza, pero vio la quinta amarilla al no dejar sacar al portero y será baja ante el Tenerife. ¿Ha analizado ya en frío la jugada?

--Es una acción de lo más tonto que puede haber. Me han comentado que si lo había buscado y para nada lo hice. Llevo aguantando muchos partidos sin ver esa cartulina y para qué la iba a buscar. Da rabia, porque fue una jugada en la que intento apartarme, no voy a hacer la falta y creo que el árbitro me podía haber avisado, no mostrarme tan rápido la amarilla y más tan pronto en el partido. Pero ya no se puede hacer nada. Me han comentado que la reglamentación es clara de cara a un posible recurso. Ahora, ya quedo limpio de amarillas. Esta semana, trataré de ayudar a los compañeros en lo que necesiten ante el Alcorcón y, en mi caso, ir pensando ya en el partido con el Tenerife.

--¿Hasta qué punto necesitaba el equipo en el aspecto anímico ese triunfo en Santander tras cinco jornadas sin ganar?

--Necesitábamos mucho esa victoria para cambiar la dinámica. Fue un partido donde ellos, como se están jugando mucho, salieron muy fuertes. Son un equipo muy aguerrido en su casa, ante su gente. Hubo que ponerse el mono de trabajo, apelar al esfuerzo, y tuvimos recompensa.

--Acudían a ese partido con muchas bajas y ese problema es una norma común en las últimas semanas. ¿Hasta qué punto el equipo está notando tantas lesiones y sanciones?

--Ha habido y hay muchas bajas. Es verdad que no deben servir de excusa para los malos resultados, que no deben ser la única explicación, pero siempre afectan. Seguro que el equipo irá a más conforme vayamos recuperando gente. Se va a notar, estoy convencido, porque el Zaragoza va a dar un saltito. Estando todos ya hemos demostrado que somos muy competitivos y un equipo peligroso.

--El equipo es sexto tras 30 jornadas. ¿Sería un fracaso no conservar al menos esa plaza de promoción de ascenso en los doce partidos que restan?

--Lo primero, cada uno tiene su mentalidad y yo solo miro a corto plazo, al siguiente partido. A mí no me gusta hablar de fracaso, estamos luchando por ello, lo tenemos en nuestra mano y hay que pelear al máximo. Ese playoff da la oportunidad de poder ascender y ese ascenso lo merece el club y por supuesto la afición.

--¿El futuro de Borja pasa por Primera la próxima temporada?

--No pienso en eso, solo en ayudar al Zaragoza a ascender. Ya veremos el año que viene dónde estoy, habrá tiempo de plantearlo. Es que, además, no depende de mí. Yo aquí estoy muy a gusto, muy feliz, y no me voy a meter en charcos que no están ni en mi mano. El Atlético de Madrid es el que tiene la opción y el que debe decidir.

--Algo contará su opinión, ¿no?

--Eso siempre ayuda, claro. Mucho además. Y yo reitero que estoy a gusto aquí. Pero uno pertenece a un club y hay que ver cuál es la decisión final.