--¿Ya se le ha pasado el disgusto por no haber podido lograr el ascenso con el Real Zaragoza?

--Cuando estás con la familia se te va olvidando esa decepción, pero cuando ves alguna imagen te vuelves a acordar de lo cerca que lo tuviste. Hay que entender que el fútbol tiene estas cosas y que solo puedes aprender de ellas.

--¿Sigue pensando que en el segundo gol de la UD Las Palmas pudo hacer algo más?

--Tampoco le he querido dar más vueltas. Yo calculó bien la salida, pero viene un jugador por detrás, me choca y para la carrera. Ahora se podrá decir que igual no hubiera tenido que salir, pero ya no hay solución. Ellos estaban presionando mucho y al final nos marcaron en la jugada que menos se podía esperar. Vallejo y Mario hicieron un gran partido y quizás su trabajo hubiera merecido otra cosa.

--Además usted estaba completando un buen partido.

--Pero es muy duro que te marquen un gol en el minuto 85 y perder un ascenso por ese tanto. Fue una verdadera pena y me supo muy malo. En el vestuario hubo una gran tristeza. Ha sido una experiencia dura, pero de todo hay que aprender.

--Una de las imágenes que siempre va a quedar para el recuerdo de ese día es su abrazo con Cedrún tras el partido.

--Me emocionó mucho ver luego las imágenes y las fotografías de ese momento. Cedrún es una leyenda del Real Zaragoza. Al principio no me di cuenta de que era él, pero luego, cuando me habló, lo conocí por su voz. Entonces todavía le abracé más. Estoy seguro de que él sintió incluso más que yo que no se hubiera logrado el ascenso.

--Eso quizás demuestra que los porteros son especiales.

--Pero aparte de que haya sido portero, Andoni Cedrún es una persona que siente mucho los colores del Real Zaragoza. No es lo mismo que si me hubiera abrazado con otra persona, incluso con un seguidor o con un compañero. Cedrún es una referencia del zaragocismo y seguro que sufrió mucho por no haber podido subir.

--¿Hay alguna explicación para el cambio que dio el equipo de la Liga regular a la promoción?

--La verdad que el equipo dio un cambio brutal desde el partido de ida contra el Girona a pesar de perder. Después se jugó muy bien en Montilivi y lo mismo contra UD Las Palmas en La Romareda. No sabría explicar ese cambio, pero se vio el mejor Real Zaragoza de la temporada y también a la afición volcada por el equipo. Creo que la temporada ha sido irregular, pero buena por lo que se esperaba al principio y hasta donde llegó luego el equipo. Hicimos malos y buenos partidos, pero también tuvimos muchos problemas con la lesiones y eso, con una plantilla corta, también se debe valorar. El Real Zaragoza, de todos modos, se merece mucho más.

--¿Con el 3-1 de la ida llegó a pensar que el ascenso era posible pese a la entidad rival?

--Nunca pensamos que ascender en Las Palmas iba a ser fácil, pero lo tuvimos en la mano. Por eso fue muy duro no conseguir un objetivo que el Real Zaragoza se hubiera merecido por la gente y por su historia. Después de la remontada en campo del Girona y del buen partido que hicimos en la ida contra Las Palmas, creo que el ascenso hubiera sido un justo premio, pero ya no hay vuelta atrás. El Zaragoza tendrá que volver a luchar la próxima temporada por el ascenso a Primera División, que es donde creo que debe estar.

--¿Y su temporada individualmente como la calificaría?

--Al principio fue difícil y duro, porque no jugaba, pero luego llegó mi oportunidad de manera natural. En el fútbol nunca sabes lo que va a pasar y hay que intentar disfrutar. Yo estoy muy contento de haber podido defender la portería del Real Zaragoza. Nunca pensé que iba a sentirme tan zaragocista. Yo tengo familia allí y de pequeño ya me gustaba ver ganar al Real Zaragoza. Todo ha influido, pero le he cogido mucho cariño a ese club y a la gente de Zaragoza. Es un sitio donde siempre querré estar.

--Pero quizás esperaba haber jugado antes, porque no debutó hasta el partido en campo de la UD Las Palmas cuando estaba a punto de finalizar la primera vuelta de la Liga.

--Pero Óscar Whalley también hizo un buen inicio de campeonato y tenía que esperar mi turno para poder jugar. Después tuve continuidad y la pena es que me lesioné en campo del Alavés y no pude estar disponible durante algunos partidos. Son cosas que pasan en el fútbol y que hay que saber llevar. Hacer cálculos no sirve de nada. Cuando te toca jugar hay que tratar de hacerlo bien y no pensar en si luego vas a jugar más o menos.

--De todos modos, lo que ha sucedido con la portería fue algo extraño, porque los tres porteros se han repartido mucho los minutos de juego en la temporada.

--La verdad es que no es algo habitual. Yo no conozco muchos equipos donde los tres porteros se hayan turnado tanto, pero creo que los tres teníamos un nivel correcto para jugar. También pudo influir el cambio de entrenador, pero la verdad es que la temporada ha sido rara para los porteros. Normalmente siempre hay uno que es más titular que los otros.

--¿Quizás el momento más especial de la temporada lo vivieron en el partido de ida contra la Las Palmas en La Romareda?

--Sin duda. Yo soy de un país (Marruecos) donde la gente es muy caliente, pero nunca había visto nada igual con una afición en un campo de fútbol. Fue algo muy emocionante. La Romareda me pareció un templo del fútbol. Eso nos dio vida para ganar. Fue como si un sentimiento que estaba dormido saliera de un cajón para que se demostrara que el zaragocismo seguía muy vivo.

--En el Real Zaragoza ya le han dicho que le gustaría seguir contando con usted la próxima temporada, pero ahora depende del Atlético de Madrid. No obstante, si se diera el caso, ¿le apetecería volver a jugar aquí?

--Ya le dije a Martín González que en el Real Zaragoza me había sentido como uno más de la familia zaragocista y que me encantaría volver a defender esa portería y esos colores, pero ahora hay que esperar porque en el fútbol nunca sabes lo que va a pasar. También hay que contar con el Atlético de Madrid. Ellos tienen que decidir si van a contar conmigo o no para la próxima temporada.

--Al final la cuestión es que usted tiene que contar con el Atlético para saber lo que va a hacer la próxima temporada.

--Así es. De hecho todavía tengo dos temporadas más de contrato con el Atlético de Madrid. El día 8 de julio tendré que empezar la pretemporada con el Atlético y luego iremos viendo lo que sucede conmigo. Ahora me toca esperar.

--¿En el Atlético de Madrid le han dicho algo ya?

--No, no he hablado con nadie. Solo sé que el día 8 de julio tengo que estar en Madrid para empezar la pretemporada. Sí que tuve la oportunidad de hablar con el entrenador de porteros durante la promoción y me dijo que estaban contentos con lo que estaba haciendo. Lo que vaya a suceder también depende de los movimientos que se puedan producir en la portería del Atlético de Madrid. Ahora se habla de que Moyá puede salir, pero se dicen muchas cosas que luego no se confirman. Yo, por ejemplo, llegué el verano pasado el último día al Real Zaragoza.

--Pero si al final deciden cederlo otro año más, ¿usted tendría en cuenta la posibilidad de volver al Real Zaragoza?

--Por supuesto, porque el Real Zaragoza es un club donde ellos saben que yo puedo crecer. Yo respetaré lo que digan. Si me tengo que quedar en el Atlético pelearé por jugar y si vuelvo al Zaragoza trataré de defender su portería lo mejor posible. Lo importante siempre es tratar de hacer las cosas lo mejor posible, aunque luego no te salgan como quieres.