Manu Lanzarote está de vuelta. Ayer explicó las razones por las que ha decidido regresar al Real Zaragoza, después de guardarse un periodo de introspección estival para considerar en su justo punto el duro golpe de Palamós ("Como deportista te cambian muchas cosas de la percepción del fútbol después de ese día"), de recuperar sus ganas de jugar y de convencerse finalmente de que el futuro está en La Romareda. "Me ha costado tomar la decisión, pero he tomado la mejor. En el Zaragoza estaba muy feliz, con la ciudad y la gente. He disfrutado mucho jugando en La Romareda y prefería estar donde he estado bien. He tenido propuestas mejores que la del Zaragoza, pero no me muevo por ofertas sino por sentimientos. En este caso, Zaragoza era el mejor sitio para ser feliz", explicó el zurdo ayer en la Ciudad Deportiva antes de su primer entrenamiento.

También aclaró el catalán por qué dijo no a la primera oferta del club aragonés, hace ya semanas. Fue aquella negativa la que llevó a Juliá a asegurar públicamente que la continuidad de Lanza estaba descartada. "Se habló hace tiempo sobre la renovación y no llegamos a un acuerdo. Hace una semana se abrieron las puertas otra vez y la negociación ha sido muy rápida. En cuanto decidí que quería seguir en el Zaragoza, no hubo más dificultades. Está claro que el club se posicionó hace tiempo, pero yo no tenía la certeza de seguir jugando. Quería estar convencido de que podía rendir y estar igual que la temporada pasada. Quiero estar bien, quiero ser feliz y el Zaragoza es el sitio adecuado".

El interior catalán reconoció la importancia que han tenido los guiños del club y la persuasión de hombres como Juliá, que nunca quiso cerrarle la puerta. "Hablé con él semanas atrás y le estoy muy agradecido. Ha sido también muy importante la participación de Narcís y Cuartero para que esté aquí otra vez. Con Milla hablé una vez, creo que ya hará un mes, y me explicó que contaba conmigo y quería que viniera", dijo Lanzarote, que ha vuelto "contento" al Zaragoza, "con ganas de empezar nuevamente, conocer a los nuevos compañeros y al cuerpo técnico" y de ponerse bien físicamente. "No hay problema, solo llevo dos semanas de retraso con el grupo. Para mí lo importante era estar mentalmente convencido de que podía volver. En este sentido estoy bien. Quería estar seguro de que quería volver a jugar a fútbol con ilusión y aquí estoy".

SOLO UNA TEMPORADA

El contrato garantiza una temporada, con una opción de prolongación por otra para las dos partes. Así lo quiso Lanzarote: "El club me ofrecía 2+1, pero yo tenía claro que quería firmar menos tiempo. Le dije al club de firmar 1+1. El segundo año es opcional, según le convenga al club y me convenga a mí. En ningún momento pedí más temporadas, tenía claro lo que quería".

El objetivo, más allá del ascenso, del que habló con ciertas reservas, es repetir los números de los cuatro meses de la pasada campaña. "Hice una buena segunda vuelta y vengo con la ilusión de hacerlo igual de bien. Daré lo máximo en ese sentido. Más o menos conozco a todos. Seguro que será una plantilla competitiva. La temporada pasada ya me parecía una plantilla bastante competente y buena, pero hay que tener paciencia, no es fácil reestructurar un equipo con el cuerpo técnico y muchos jugadores nuevos. Eso te debilita para tener una garantía de resultados, pero hay que hacer una familia, buen grupo. Con el apoyo de la gente el equipo irá hacia donde se merece".

Se pueden extraer algunas conclusiones de lo sucedido la pasada campaña. "La temporada va a ser larga y va a haber momentos muy difíciles. Debemos aprender del año anterior porque siempre es bueno para mejorar. Cuando lleguen las cosas malas, hay que asumir que todos debemos ir de la mano. Si miramos nuestro presupuesto, no está entre los más altos. En ese sentido deberíamos obviar el ascenso. Pero el club es tan grande, la masa social es la número uno... y no se puede obviar".