El Real Zaragoza tratará de dejar atrás la humillación sufrida en la última jornada de la pasada temporada, cuando cayeron por 6-2 ante un descendido Llagostera y quedaron fuera de un playoff de ascenso que tenían en su mano, encaminando la nueva campaña ganando desde el principio ante el UCAM Murcia.

Esta será la cuarta temporada consecutiva de los blanquillos en segunda, algo que solo recuerdan los más viejos del lugar, pues habría que remontarse a los años 50 para encontrar un momento tan delicado en la historia del club.

Ello, unido a la inviabilidad de la institución de prolongarse su periplo fuera de la máxima categoría del fútbol español, no hace sino más urgente la necesidad de que no se vuelva a escapar el ascenso.

Para ello, como es habitual tanto en el Real Zaragoza como en la mayoría de plantillas de la categoría de plata, se ha producido una amplia renovación en sus filas, con la diferencia de que esta vez casi todos los que vistan la elástica blanquilla en esta temporada han estado disponibles durante prácticamente toda la pretemporada, salvo los dos obligatorios refuerzos en la zaga y en la delantera que aún no han llegado.

En esta ocasión la revolución en el equipo maño viene marcada por el ADN aragonés, con la llegada de dos referentes del pasado, los ya veteranos centrocampistas Zapater y Cani, que vuelven a casa para devolver a su club a primera, y la del técnico turolense Luis Milla en el banquillo, quien llega con una nueva filosofía que se espera que atraiga más a una afición que ya no soporta más disgustos.

Pero no todo son buenas noticias, ya que el conjunto aragonés se ha tenido que desprender de una de las figuras emergentes de su cantera, el lateral izquierdo Diego Rico, vendido al Leganés para hacer caja.

Pese a que la obligación del ascenso es más que evidente, Milla advierte de que la temporada será "larga y complicada" y que cada partido será una final.

La primera de ellas le medirá mañana lunes con el UCAM Murcia, en un choque en el que se juntan dos trayectorias que no podrían ser más opuestas: unos maños marcados por la decepción de su estancamiento en el "infierno" y unos murcianos que llegan a La Romareda con la ilusión de un recién ascendido y debutante en la categoría, después de una sobresaliente campaña en segunda B y de pasar por delante de un potente Real Madrid Castilla.

El míster, además, avisa de que los de Murcia son un equipo "con las ideas muy claras, que no regala nada, no da espacios y elige muy bien los momentos de actuar" e incluso también es capaz de combinar bien en momentos determinados.

Así, para saldar con una victoria esta primera final tendrán que trabajar "mucho" y tener "mucha paciencia", insiste el entrenador zaragocista, quien, no obstante, recalca que el equipo llega en un buen momento a esta primera cita y que los jugadores están haciendo "un gran trabajo" y están ya con ganas de competir.

Sin embargo, pide paciencia a la afición porque considera que el equipo aún tiene "margen de mejora", y que anime aunque haya determinados momentos del partido en el que no estén bien.

En cuanto a la alineación local, la única duda, además de la titularidad de Javi Ros o Erik Morán en el centro del campo, es la presencia de uno de los fichajes de verano del Zaragoza, el uruguayo Marcelo Silva, quien viene de una lesión muscular de la que se está recuperando y su presencia se decidirá a última hora, aunque apunta a banquillo.

Alineación probable:

Real Zaragoza: Irureta; Isaac, Cabrera, Popa, Casado; Zapater, Javi Ros o Erik Morán, Lanzarote, Cani; Xumetra, Ángel.

Árbitro: Valdés Aller, del Comité Castellano-leonés

Campo: La Romareda

Hora: Lunes 20:00.