Les decía allá por el sábado de la semana pasada, que les iba a transmitir mis conocimientos para que supieran, más o menos, lo que yo sé de la Semana Santa zaragozana. Pues bien, uno nunca deja de aprender y con ello de enriquecer su acervo cultural y, como dicen que de sabios es rectificar, ahí va una fe de erratas, que la humildad de reconocer los errores también es sabia compañera de la cultura.

Comentaba en el artículo sobre los instrumentos de nuestra Semana Santa que los primeros timbales sonaron en Zaragoza de la mano de la Piedad en 1964, pues resulta que, aunque efectivamente la Piedad sacó a la calle la primera sección como tal de timbales, el timbal apareció por primera vez, en número de dos, en las filas de las Siete Palabras a mediados de los años cuarenta del pasado siglo, ampliando su número en los años posteriores.

Una vez matizado este dato, cuya aportación agradezco a un hermano de las Siete Palabras que tuvo a bien hacérmelo llegar, procederé a continuar con un breve anecdotario sobre nuestra Semana Santa.

Habrán de saber ustedes que existe la falsa creencia de que la procesión más larga de Zaragoza es el Santo Entierro, nada más lejos de la realidad. Resulta que la procesión más larga es la que realiza la Cofradía de Jesús de la Soledad ante las Negaciones de Pedro, y de San Lamberto, que, bajando desde el barrio de Miralbueno hasta San Cayetano, en la noche del Miércoles Santo, hace un recorrido de 6’15 km, mientras que la procesión más corta sería la que el Prendimiento realiza en la mañana del Jueves Santo, para trasladar a la Virgen de los Dolores desde San Cayetano al Colegio de Escolapios en Avda. César Augusto, apenas 400 metros de un íntimo recogimiento. El Santo Entierro ocuparía un quinto puesto en el ranking de los recorridos más largos.

Hablando del Santo Entierro, reservaba para hoy ese dato tan significativo como es que el Santo Cristo de la Cama ostenta la medalla de Héroe de los Sitios de Zaragoza y el título de Defensor de la misma. La medalla de oro que se le otorgó en 1909, primer centenario de los Sitios, fue entregada al gobierno en 1936 para sufragar los gastos de la guerra civil y restituida, con una copia fiel a la original, en 1959, coincidiendo con el 150 aniversario de su rescate de las ruinas del Convento de San Francisco. Por cierto, en dicho rescate la talla del Cristo sufrió, y todavía tiene las huellas de ello, unos balazos y un bayonetazo en su camino de huida, a hombros de sus rescatadores, hacia el palacio de Palafox.

Comentaba también en su momento que las cofradías de Semana Santa en Zaragoza se fundaron a partir de 1937, a excepción de la Hermandad de la Sangre de Cristo, que parece haber sido creada en el siglo XIII, convirtiéndose en la decana de las cofradías. Pero muchas otras cofradías se fundaron antes de ese 1937, con un carácter devocional, reestructurándose años más tarde en cofradías pasionales, como es el caso de las Esclavas, fundada en 1866 y reestructurada en 1946; La Columna, fundada en 1804 y reestructurada en 1940; el Nazareno, en 1759, reestructurada en 1940; el Ecce Homo, de 1681, reestructurada en 1948; y por último, la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores, fundada en 1522 bajo la advocación de San Joaquín y reestructurada en 1949 al fusionarse con la Dolorosa. Curiosamente la advocación original de San Joaquín, al no ser penitencial, queda “relegada” a una pequeña talla al frente del Paso de la Dolorosa. Muchos son los Pasos que, en ese lugar, ubican una Virgen del Pilar, honrando de esta manera a nuestra patrona.

Hoy, Domingo de Resurrección, en la plaza del Pilar tendrá lugar el Encuentro Glorioso, y en él se cantarán y bailarán jotas ante el Cristo resucitado. Para muchos, la jota no tiene cabida en la Semana Santa, otros, sin embargo, opinan que ese hueco no puede ser ocupado por las saetas, otros, en definitiva, opinan que, tanto jotas como saetas, son expresión de un sentimiento. Lo que sí sabemos es que, desde que el Descendimiento inició, en 1972, su Procesión de Las Lágrimas, los Martes Santo, la jota ha ido ganando realce en nuestras procesiones. Varias son las cofradías que actualmente incorporan jotas en sus desfiles procesionales: el Prendimiento canta los Siete Dolores de la Virgen; el Descendimiento las Cinco Lágrimas; el Silencio, la Columna, la Resurrección, incluso la recién llegada Cofradía de las Negaciones que nos deleitó con una jota al concluir su periplo por Zaragoza el Miércoles Santo pasado.

Y es que tan variada y rica como la nuestra, habrá actos, formas de procesionar, portar los pasos, tocar, vestir y celebrar, que a unos agraden y a otros rechinen. Porque esta es una Semana Santa de contrastes, en la que uno puede estar contemplando una procesión con total fervor y devoción, mientras su chiquillo lleva atado a la mano un globo en forma de Spiderman... Cultura, tradición, turismo, comercio y devoción ¿dónde ponemos la frontera? Es más, ¿existe hoy en día esa frontera? Ahí dejo la pregunta.