«Domingo de Ramos, quien no estrena no tiene manos», dice el refrán. Yo, personalmente, siempre me reservo algún detalle para estrenar en esta fecha: unos guantes, una maza, un cíngulo... la cuestión es estrenar.

Hoy se estrena la Semana Santa, lo de ayer fue la presentación. A las doce, con un sol radiante, seguro, porque siempre es así, la Entrada de Jesús en Jerusalén, abrirá las puertas de San Cayetano para dar el verdadero escopetazo de salida a la Semana Santa zaragozana. De pequeño me encantaba ir a ver esta procesión: tambores, bombos, timbales y carracas... el estruendo era espectacular, yo quería una de esas. Año tras año me atenazaba la misma duda, porque yo entendía que al principio de la procesión salieran las doce tribus con sus palmas y personajes bíblicos por doquier pero, ¿quién era esa guapísima señora que llevaba un ánfora en la cadera? ¿Llevaba agua para los cofrades? ¿O era vino? ¿Había vuelto a la vida la estatua del centro de la plaza del Justicia?... eran tantas las opciones que supongo que cada niño elegía la que más le convencía.

Al mediodía las calles volverán a llenarse de palmas y ramas de olivo, porque aquí ya comienza la primera elección del día: ¿es usted de palma o es de olivo? El olivo es más sobrio, más rústico, más autóctono; sin embargo la palma tiene de bueno poder colgarle infinidad de caramelos y chuches.

Decida lo que decida tendrá que apechugar con su elección y cargar toda la mañana con la ramita elegida, palma u olivo. Si quiere seguir eligiendo a lo largo de la tarde tendrá varias opciones.

Si es de los que les va el rollo andaluz, podrá disfrutar de petalás, revirás y saetas con la Humildad y sus pasos de costaleros, si es usted más de jotas, no se pierda las estaciones de los Siete Dolores del Prendimiento, si es usted de Via Crucis, de esos íntimos y recogidicos, opte por el de la Crucifixión por Torrero, la Coronación por San Gregorio o el del Silencio y las Esclavas por San Pablo; algo más céntricos, los del Nazareno y la Humillación. Y desde algo más lejos, prácticamente Casablanca, la Columna traslada la pequeña peana del Santísimo Cristo atado a la Columna hasta Santiago.

Ya ve que hoy hay variedad, como dirían en el rastro: «Venga María, que se me lo llevan de las manos». Solo les advierto una cosa, si quieren ver uno de esos vistosos encierres de cofradía en San Cayetano, hoy solo tendrá dos ocasiones para hacerlo, hacia las tres y media de la tarde la Entrada concluirá su primer y único desfile procesional hasta el Santo Entierro y hacia las 10 de la noche el Prendimiento guarecerá en las entrañas de la Real Capilla a su Virgen Dolorosa, entre jotas e instrumentos.

Si para esas horas todavía le aguanta la palma o el olivico, no dude que es usted una de las personas más pacientes sobre la faz de la tierra.

*Coordinador de Ámbito Cofrade