Una de cada 10 madres solas está en situación de pobreza severa, denuncia Save the Children con motivo del Día de la Madre, que reclama que se les de a las titulares de esos hogares una certificación a nivel estatal que garantice su protección y seguridad jurídica.

Esta oenegé de protección de la infancia destaca que las familias formadas por madres solas con hijos a cargo se enfrentan a un mayor riesgo de pobreza y exclusión social.

En España, el 80% de las familias con un solo adulto a cargo están encabezadas por mujeres -alrededor de un millón y medio de hogares- y, de ellas, una de cada 10 está en situación de pobreza severa.

"La falta de oportunidades laborales condiciona muy significativamente a estos hogares", explica Save The Children, que lamenta que "más de la mitad de las madres solas no trabaja".

Según el director general de Save the Children, Andrés Conde, estas madres "tienen que hacer frente sin ayuda a las responsabilidades del hogar, con muchas dificultades para conciliar la vida familiar y laboral, por eso en su caso, las políticas de empleo no son suficientes si no van acompañadas de medidas sociales que permitan y favorezcan la conciliación y el cuidado de los hijos".

La situación de precariedad económica en la que se encuentran estas madres incide sobre la salud, tanto física como mental, de las madres y de sus hijos, puntualiza.

"El acceso a medicamentos o tratamientos que no están cubiertos por la Seguridad Social se hace a veces imposible para estas familias, que en un 67 % de los casos no recibe ningún tipo de prestación económica", señala Conde.

Actualmente no existe una definición única de familia monoparental y por tanto no todas las madres tienen los mismos beneficios a la hora de solicitar ayudas, por ejemplo, a la hora de solicitar becas o hacer la declaración de la renta, recuerda la entidad.

Diferencia entre comunidades autónomas

Ante esta situación, Save the Children pide que se defina de forma unificada la situación de las familias de uno o más hijos menores de 21 años que conviven y dependen de una sola persona, eliminando las diferencia entre comunidades autónomas.

Medidas de conciliación, como el aumento del permiso de maternidad o paternidad a un año con retribución salarial completa; beneficios fiscales en la contratación de personas que cuiden a sus hijos o el fomento de convenios laborales que tengan en cuenta las necesidades específicas de estas familias, son algunas de sus propuestas.

Además, plantean medidas fiscales, como la ampliación de la deducción por maternidad para madres solas en riesgo de exclusión social, independientemente de que la madre trabaje o no, y el acceso prioritario para estas familias a centros de educación preescolar públicos o a vivienda protegida.