La prisión de El Salto de El Negro, en Las Palmas de Gran Canaria, está a punto de batir todos los registros de hacinamiento penitenciario de España. Unos funcionarios del centro penitenciario denunciaron ayer que 18 internos del módulo 4 de la cárcel comparten una celda común de apenas 35 metros cuadrados, en un espacio que anteriormente era un aula para los hijos de los presos.

La Plataforma Sindical de Funcionarios de El Salto del Negro asegura que esta celda improvisada no cumple los requisitos mínimos para albergar internos. En declaraciones a la agencia Efe, los trabajadores reconocen que en el aula habilitada sólo caben los 18 reclusos "si están tumbados más de la mitad, ya que no caben todos de pie".

ESCASA HIGIENE Denuncian también que no se cumplen los requisitos mínimos de higiene, ya que la celda cuenta sólo con tres lavabos, tres urinarios y otros tantos aseos turcos. Los funcionarios alertan de la falta de "espacio, que ha afectado al cumplimiento de las sanciones, ya que también se están utilizando las celdas de aislamiento para internos que no caben en la zona habilitada para ingresos". Los miembros de esta plataforma aseguraron que la clasificación interior de los reclusos de la prisión se está "desvirtuando", ya que la norma imperante en la prisión es "ocupar" todos los huecos disponibles en el recinto, "sin importar ni dónde ni cómo".

Los funcionarios comentaron que la prisión alberga en estos momentos un total de 1.451 reclusos, y que está a sólo cinco ingresos más de superar el récord absoluto de internos que alcanzó en marzo del 2003. La urgencia de que se construya una nueva prisión en Gran Canaria es una necesidad que lleva en manos de la Administración desde 1992. La negativa de varios municipios a albergar un nuevo recinto carcelario ha impedido que el proyecto siga su cauce normal. El coste de la nueva penitenciaría podría ascender hasta los 1,7 millones de euros.

La localidad de Telde, a apenas 10 kilómetros de la capital, es la que tenía un principio de acuerdo con el Ministerio del Interior para acoger la nueva cárcel, pero no se descarta que la llegada del partido socialista al Gobierno altere el curso de las negociaciones.

Los miembros de la plataforma denunciaron al respecto la desidia política, a pesar de las lamentables condiciones en las que se encuentra la prisión. "Los políticos siguen discutiendo si hace falta la nueva prisión, dónde se hace, si hay dinero, igual que llevan haciendo desde hace 12 años, tiempo en el que el incremento de presos ha sido espectacular. Nuestra única salida ha sido enviarlos a otros recintos de Tenerife o de la Península", aseguraron.