Pocas horas después de que se fugaran, el jueves por la mañana, de la cárcel Sevilla-1, dos presos condenados por cometer robos violentos volvieron a delinquir. Por la tarde apuñalaron un joven en un polígono de Antequera, a 160 kilómetros de distancia. El hombre recibió varias puñaladas en el costado, aunque sin que le afectaran órganos vitales.

Los dos dejaron el jueves en evidencia al centro penitenciario de Sevilla-1, donde lograron escaparse de la unidad de preventivos con un método muy tradicional: hicieron un agujero en la pared, detrás del espejo. Instituciones Penitenciarias ya ha admitido que en la fuga fallaron numerosos elementos de seguridad, tanto mecánicos como humanos, y añadió que se exigirán responsabilidades cuando concluya la investigación.