A cinco meses de la inauguración de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático de París, 36 ganadores del Premio Nobel han sucrito una declaración en la que emplazan a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes para frenar el calentamiento global. El documento se ha firmado simbólicamente en la isla de Mainau (Alemania), a orillas del lago Constanza, el mismo emplazamiento en donde en 1955 otros 36 galardonados suscribieron un documento en contra de la utilización de la energía nuclear para armas atómicas. "Creemos que nuestro mundo afronta hoy otra amenaza de una magnitud comparable", subrayan los firmantes.

El documento es una iniciativa puesta en marcha por el astrofísico estadounidense Brian Schmidt, premio Nobel en Física del 2011, a la que se fueron sumando destacados ganadores del premio en sus modalidades científicas Schmidt considera que ya no es momento de debatir, sino de actuar. "No se puede esperar cinco años hasta la próxima cumbre. Sería demasiado tarde", advierte.

"Si bien sigue habiendo incertidumbre en lo que respecta al alcance exacto del cambio climático -insiste la Declaración de Mainau-, las conclusiones de la comunidad científica contenidas en el último informe del IPCC son alarmantes, especialmente en el contexto de los riesgos identificados en relación con el mantenimiento de la prosperidad humana ante un aumento de más de 2 °C de la temperatura global del planeta. El informe concluye que las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero son la causa probable del actual calentamiento global de la Tierra".

"Sobre la base de la evaluación del IPCC, el mundo debe avanzar rápidamente hacia una reducción de las emisiones actuales y futuras de gases de efecto invernadero para minimizar los considerables riesgos del cambio climático. Creemos que las naciones del mundo deben aprovechar la oportunidad que ofrece la Conferencia de París, en diciembre de 2015, para tomar medidas decisivas para limitar las emisiones globales futuras. Esta empresa requerirá de la cooperación de todas las naciones, ya sean desarrolladas o en desarrollo, y deberá ser preservada en el futuro de acuerdo con unas evaluaciones científicas actualizadas. Si no actuamos, expondremos a las futuras generaciones de la humanidad a un riesgo desmedido e inaceptable".

Otro de los firmantes, el investigador australiano Peter Doherty, Nobel de Medicina de 1996, destaca que no hay lugar para el 'negacionismo'. "Todos los científicos somos escépticos por naturaleza, pero no se pueden negar todos los estudios que se están publicando. Steve Chu, premio Nobel de Física de 1997, insiste en el mismo sentido: "Nos enfrentamos a muchos riesgos y no tenemos una certeza absoluta de todo, pero sí sabemos cómo será el curso general de las cosas (en caso de no actuar)".

Destacados firmantes

Entre los ganadores figuran el estadounidense James Cronin (Nobel de Física, 1980), el francés Serge Haroche (Física 2012), el estadounidense Roy Glauber (Física 2005), el rumano-alemán Stefan Hell (Química 2014), el franco-luxemburgués Jules Hoffmann (Medicina 2012), el británico Harold Kroto (Química 1996), el albano-estadounidense Ferid Murad (Medicina 1998), el japonés Ei-Ichi Negishi (Química 2012), el estadounidense Saul Perlmutter (Física 2011), el israelo-estadounidense Arieh Warshel (Química 2013), el franco-argelino Claude Cohen-Tannoudji (Física 2009), el estadounidense Harold Varmus (Medicina 1989), el sueco Torsten Wiesel (Medicina 1981) y el británico-estadounidense Jack Szostak (Medicina 2009).

La declaración completa en diversos idiomas se puede consultar en la web de la tradicional reunión de los Nobel de Lindau.