La Policía Nacional y la Armada interceptaron en el Atlántico, a 1.480 kilómetros de Canarias, un pesquero con bandera de la República de Palaos, en el mar de Filipinas, que pretendía transportar a España casi dos toneladas de cocaína, el mayor alijo incautado en los últimos años.

Con los 1.950 kilos de cocaína confiscados, la cantidad de esta droga intervenida en lo que va de año por la Guardia Civil y la Policía en aguas situadas en el área de influencia de Canarias rebasa ya las cinco toneladas.

Tanto el capitán, un ciudadano holandés residente en la Costa del Sol, como los otros tres tripulantes, originarios de Cabo Verde, fueron detenidos en alta mar tras un asalto realizado por un equipo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) desde el buque Meteoro de la Armada.

El comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, Ricardo Toro, explicó desde Las Palmas que el alijo fue cargado en un punto todavía sin determinar del Caribe.