La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) emitió ayer una "recomendación provisional" a las autoridades nacionales de aviación y a las aerolíneas para que establezcan nuevas medidas de seguridad y haya siempre "al menos dos personas autorizadas" en la cabina durante el vuelo. EASA tomó la decisión tras consultar a los estados y después de que las distintas aerolíneas fueran implementado esa normativa por su cuenta desde el jueves. En su nueva disposición, la EASA aconseja que en cabina haya al menos siempre dos personas aunque no habrá revisión de la normativa hasta que concluya la investigación puesta en marcha tras la catástrofe del avión de Germanwings.

"Es pronto para decir qué se va a hacer. Es importante analizar los hechos y las circunstancias antes de decidir acciones de seguimiento" pero "estamos considerando algunas medidas", señalan fuentes comunitarias. Según la normativa vigente hasta ahora, los dos pilotos deben permanecer como norma general dentro de la cabina de mando pero pueden ausentarse por motivos fisiológicos y por razones operacionales sin que ninguna regla diga que tengan que ser reemplazados por otro miembro de la tripulación.

Esto es lo que podría modificarse en el futuro. Aunque la EASA solo tiene capacidad de imponer normas cuando atañen a cuestiones técnicas del aparato, sí puede hacer recomendaciones y promoverlas no solo entre los estados miembros, sino también a nivel de la organización Internacional de la Aviación Civil que ya reformó la normativa sobre seguridad a raíz de atentados del 11-S. Hasta entonces, la puerta de la cabina era normal, sin blindaje. A raíz de entonces se optó, bajo un estándar internacional, por puertas herméticas, con la posibilidad de ser bloqueadas desde el interior.

Un sistema precisamente que fue lo que impidió al comandante del vuelo U49525 de Germanwings volver a entrar en la cabina del aparato.

CONTRADICCIONES Más allá del bloqueo de la puerta o la posibilidad de obligar a mantener dos tripulantes en todo momento en la cabina hay otra pieza del puzzle rodeada de polémica. El consejero delegado de Lufhansa advirtió el pasado jueves que los exámenes psicológicos no forman parte de las pruebas obligatorias a las que tienen que someterse los pilotos cada año. Desde el Ejecutivo comunitario respondieron ayer que no es así. Los pilotos no solo tienen que ser evaluados psicológica y psiquiátricamente al recibir la licencia sino que las revisiones médicas anuales --cada seis meses en los pilotos de mayor edad--también deber evaluar estos aspectos. "El piloto solo puede volar si tiene un certificado médico. Es decir, si un médico especializado en pilotos se lo otorga. Analiza un numero de condiciones psicológicas para determinar si puede volar. Basado en esta decisión se le da certificado o no", precisaron. Las mismas fuentes recordaron que un piloto tiene la obligación de no volar si no se siente capacitado y que la tripulación está obligada a notificar cualquier comportamiento raro detectado durante un vuelo.