Las cifras de la siniestralidad vial vuelven a la senda positiva. El periodo de las vacaciones de verano se ha cerrado con 224 muertes, 31 menos que el año pasado (-12%) y lo que es mejor, el mes pasado ha sido el agosto con menos fallecidos en la carreteras de los últimos 57 años, con sólo 103. Lejos, muy lejos queda el peor agosto de la historia. El de 1989, en el que 732 personas dejaron su vida en el asfalto.

Para el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, empieza a dar frutos el plan de choque puesto en marcha a principios de año después que 2016 se cerrara por vez primera desde 2003 con un aumento claro de muertes, un 2,6%. “Es una noticia que nos satisface y nos estimula para seguir mejorando”, ha dicho el ministro, que ha comparecido junto al director general de Tráfico, Gregorio Serrano.

REFORMAS CON RETRASO

Además del plan de choque, la DGT anunció a principios de año la aprobación de reformas de los reglamentos y leyes de tráfico en tres meses, un calendario que, obviamente, se ha incumplido. Fuentes de Tráfico han explicado que la aprobación del nuevo Plan Estratégico que dará paso a estas reformas ya está en fase de consultas con la entidades del sector y pronto podrá ser aprobado.

El plan de choque se ha centrado especialmente en los colectivos más vulnerables, como los ciclistas o los peatones. Para los primeros se ha vigilando con seis helicópteros y patrullas móviles las rutas más transitadas, imponiendo 87 sanciones por no respetar el metro y medio de seguridad y 324 por exceso de velocidad.