En el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas se decretó ayer el estado de alarma por un aviso de amenaza de bomba en un vuelo de la aerolínea Saudia que iba a despegar a las 10.30 horas rumbo a Riad con 97 pasajeros y 15 tripulantes. Resultó ser una falsa alarma y a mediodía, la ministra de Fomento, Ana Pastor, confirmó que la situación en el aeropuerto era ya de normalidad después de que el avión amenazado finalmente no despegara, fuera desalojado y retirado a una "zona aislada" y de seguridad del aeropuerto para ser inspeccionado.

La alerta fue decretada después de que en el aparato se hallara una nota clavada con un cuchillo del servicio de catering del avión que decía "11.30, bomba" en inglés. Un miembro de la tripulación vio la hoja, que estaba en una sala de oración del avión, justo cuando el aparato estaba rodando, apuntaron ayer a Efe fuentes de la investigación. Según la Guardia Civil, el comandante avisó a los servicios de emergencia del aeropuerto y se activó el protocolo habitual en estos casos.

Aunque en un principio se decretó el nivel de alarma general (que implicaba la movilización de efectivos externos al aeropuerto), posteriormente fue rebajada a nivel local (la que se activa cuando la situación a la que se enfrenta el aeropuerto es de menor entidad y este asume que puede gestionarla con sus propios efectivos).

Un equipo de la unidad orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil instruye las diligencias de este caso, correspondiente al juzgado 14 de Plaza de Castilla, informó la Delegación del Gobierno en Madrid. Todos los pasajeros fueron interrogados.