Los pingüinos emperadores no podrán emigrar para escapar del cambio climático si se cumplen las proyecciones de fusión del hielo marino de la Antártida en el 2100, cuando el paisaje podría despojar a estos animales de sus áreas de cría y alimentación, y poner sus poblaciones en peligro. Así se recoge en una investigación de la Institucion Oceanográfica de Woods Hole (WHOI, por sus siglas en inglés), de EEUU, en la revista Biological Conservation.

Los científicos aseguran que si las condiciones del hielo marino continúan deteriorándose, las 54 colonias que existen hoy se enfrentarían a devastadores descensos de población a finales de este siglo, por lo que esta especie debe ser catalogada en peligro de extinción.

«Sabemos de estudios previos que el hielo marino es un conductor ambiental clave de la historia de vida de los pingüinos emperadores y que las declinaciones del 50% que hemos visto en poblaciones de Pointe Géologie en la costa antártica desde 1950 coinciden con un clima más cálido y un declive del hielo marino», explica Stephanie Jenouvrier, bióloga de WHOI y autora del estudio.

El trabajo prevé declives de la población mundial del pingüino emperador de un 40 a un 99% en tan solo tres generaciones. Si el hielo marino se reduce, decae la disponibilidad de criaderos y presas.