Tras el varapalo judicial recibido el pasado octubre por la víctimas de la talidomida en España, estas han mirado de nuevo a la Administración en busca de amparo, pero la respuesta que han recibido no parece por el momento muy alentadora. En la reunión mantenida ayer con el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, este les respondió que "estudiará" su situación pero les advirtió de que no quiere "generar falsas expectativas" porque su departamento trabaja "desde la seriedad".

Decenas de españoles nacidos con malformaciones en los años 60 por culpa de un fármaco contra las náuseas del embarazo consiguieron hace un año que un juzgado de instrucción de Madrid les reconociera el derecho a ser indemnizados por su fabricante, la farmacéutica alemana Günenthal, pero el pasado octubre la Audiencia Provincial de Madrid anuló el fallo por una cuestión de forma.

Tras el recurso de los afectados, el Tribunal Supremo deberá tomar una decisión definitiva, pero mientras esta llega la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (Avite) quiere que se aumenten las ayudas puntuales que el anterior Gobierno les concedió en el 2010, con un decreto que les permita "cobrar algún tipo de pensión, como sucede en otros países de la Unión Europea". También piden que se revisen los casos de afectados que fueron rechazados por los tribunales médicos.

"Vamos a tomar conocimiento de la situación sin prometer cosas que luego no se cumplen, como ocurrió con el anterior Gobierno, porque eso genera aún más frustración", explicó el número dos de Alonso, Rubén Moreno, a la salida del encuentro. Moreno insistió en que el Ministerio va a recibir a "toda aquella persona o colectivo" que tenga un problema y que quiera ser escuchado y recordó que la de ayer era la primera reunión que mantenía Alonso con una asociación desde que tomó posesión de su cargo, en sustitución de Ana Mato.

El portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso, Pepe Martínez Olmos, se reunió la pasada semana con la asociación y se comprometió a presentar una proposición no de ley que recoja sus reivindicaciones.