Andalucía pondrá en marcha antes de que acabe este mes de abril un nuevo decreto contra la exclusión social para garantizar que todos los menores hagan al menos tres comidas al día. La medida, de la que se avanzarán más detalles una vez que llegue al Consejo de Gobierno de la Junta, prevé que también se beneficien los ancianos, otro de los colectivos más desfavorecidos con la crisis.

La Junta prevé dotar este decreto --que completa el reciente sobre desahucios-- con 100 millones de euros, de los que 16 van destinados a solidaridad alimentaria, según adelantó la consejera de Presidencia, Susana Díaz. Es decir, a que los niños de las familias que peor lo pasan tengan garantizados al menos desayuno, almuerzo y merienda. Unas comidas que se realizarán en los colegios y a través de oenegés o centros de día fines de semana.

El último informe de Cáritas sitúa a Andalucía como la comunidad con mayor intensidad de pobreza, es decir, donde los pobres son más pobres y "tienen que nadar el doble para llegar a la orilla". Y según los datos que maneja la Junta, seis de cada 100 niños están en situación de pobreza extrema. "Los niños son los más vulnerables en un momento de mucha debilidad, y hay que ser contundentes porque estamos influyendo en su desarrollo futuro", destacó Díaz.

El empleo y la renta básica serán los otros dos ejes del decreto. El primero, dotado con 60 millones, consiste en poner los recursos para que los ayuntamientos creen puestos de trabajo y se reactive la ley de dependencia. Asimismo, la junta agilizará el salario social o renta básica para familias en riesgo de exclusión, con el compromiso de tramitarlo en tres meses.