Dos hombres que aseguran haber presenciado o sufrido, respectivamente, abusos sexuales en el colegio de los Maristas de Sants-Les Corts (Barcelona) han explicado sus experiencias a el Periódico de Catalunya. Estos dos nuevos presuntos casos de pederastia tuvieron lugar, según el relato de estas dos personas, en la misma escuela en que trabajó y depredó Joaquín Benítez. Pero no fueron cometidos por este pederasta confeso sino por otros dos docentes.

Jordi Navarro tiene 58 años y estudió en la sede que este colegio tiene en el barrio de Sants (Benítez trabajaba en la sede de Les Corts). Navarro estuvo escolarizado en los Maristas entre los 10 y los 15 años, por lo que su relato se sitúa entre 1967 y 1973, antes de que ingresara Benítez en la institución.

Asegura que un profesor, un hermano marista cuyas iniciales son V. L. y que daba clases de francés, solía impartir las lecciones con "un alumno" sentado en su regazo. En esa postura, dejaba fuera de la vista de los estudiantes lo que hacía con sus manos. Pero cuando a Navarro le tocaba subir a la pizarra "observaba que siempre tenía su mano dentro del uniforme del niño, directamente sobre los genitales". "Lo vi varias veces", recuerda.

A "esa edad" no sabes qué está pasando y, "aunque hubiera sido capaz de interpretarlo", no hubiera resultado posible denunciarlo. En plena dictadura "no cabían esas acusaciones y menos contra los curas", subraya.

Por eso ha decidido dar la cara ahora, con su nombre y apellidos, para contarlo todo y ayudar a seguir tirando de la manta. Quiere compartir su testimonio "para que se tome buena nota" de la impunidad con que actuaban los agresores en el centro.

El segundo informante, que de momento pide que su anonimato, sí sufrió en sus propias carnes el abuso por parte de otro docente en el mismo colegio de los Maristas, en el edificio de Sants. Él estudió en esa sede entre 1980 y 1988. Después fue trasladado a la de Les Corts, donde estuvo desde 1988 hasta 1991. Aquí coincidió con Joaquín Benítez, pero "no tuvo ningún problema con él". Su abusador en los Maristas no fue Benítez, fue otro profesor, A. F.

A. F. era también el tutor de su clase, cuando cursaba EGB en los años 80. Pero no le agredía en la escuela, sino durante los campamentos que organizaba la institución en vacaciones. La víctima tenía entonces 8 o 9 años. "Simulaba que hacía trucos de magia y quería que buscara las cosas que él se escondía dentro de los calzoncillos". Se muestra "convencido" de que más niños sufrieron experiencias similares.

Con 23 años, en 1997, tras tomar conciencia de que aquellos recuerdos oscuros implicaban abusos sexuales, presentó una denuncia en el juzgado de guardia. Pero el delito acababa de prescribir. Por eso ha querido contactar con el Periódico de Catalunya, para que las administraciones se den cuenta de que no tiene sentido que prescriban "tan pronto" estos delitos puesto que cada persona necesita un tiempo para descodificar una información traumática y tomar la decisión de denunciar.