La Policía australiana arrestó ayer como sospechosa de asesinato a la madre de siete de los ocho niños encontrados el pasado jueves muertos a puñaladas en una casa de la localidad de Cairns, en el noreste del país. La mujer, de 37 años y a la que de momento no se le han imputado cargos, fue encontrada en la vivienda con heridas en el pecho y el cuello pero consciente, y fue trasladada al hospital donde fue interrogada por la policía.

La Policía no busca a nadie más en relación al suceso, e insistió en que los vecinos pueden estar tranquilos sobre su seguridad. Los niños tenían entre 18 meses y 14 años, y sus cadáveres fueron encontrados por la Policía tras una llamada de alerta en el interior de la casa.