La pavorosa muerte de Rocío Cortés, de 25 años, que fue seccionada el pasado domingo por un ascensor en el Hospital del Valme de Sevilla ha conmocionado a la capital andaluza. La familia de la víctima, que falleció después de haber dado a luz a su tercera hija, anunció ayer que ha denunciado ante el juzgado número 1 de Sevilla al centro hospitalario y a la empresa encargada del mantenimiento del ascensor en el que se produjo el siniestro.

El suceso ocurrió a las 14.30 horas del domingo, cuando la mujer, natural de Dos Hermanas (Sevilla) era trasladada en camilla de la planta segunda a la tercera. Según fuentes policiales, el dispositivo de control de cierre de las puertas falló y el ascensor inició su marcha hacia arriba sin que la camilla hubiera entrado completamente.

El hospital tuvo que habilitar una sala para atender a los familiares. El celador encargado de trasladar a la mujer también tuvo que recibir ayuda psicológica. Según se desprende de la investigación, el camillero habría intentado cambiar de ascensor la camilla de la joven cuando observó que las puertas no se cerraban, pero antes de poder conseguirlo el elevador se puso en marcha.

La instalación había superado todos los controles pertinentes el 12 de agosto pasado, sin que se detectaran deficiencias en la misma que impidiesen su uso. Así lo explicaron la consejera de Salud de Andalucía, Marina Álvarez, y la gerente del hospital, Silvia Calzón, que señalaron que el elevador cumplía con toda la reglamentación legal, aunque la consejera sí precisó que se abrirá una investigación para aclarar las causas exactas que han provocado el accidente mortal.

El ascensor había pasado «sin incidencias» la última inspección periódica obligatoria (IPO) en mayo del 2017 a través de un organismo de control autorizado e independiente. El aparato cumplía, según resaltó la empresa responsable, Orona, «·la reglamentación vigente para mantenerlo en funcionamiento». Además, el ascensor ha estado sometido a las revisiones de mantenimiento mensuales obligatorias por parte de personal de Orona, la última de ellas el pasado día 12, aseguró la empresa.

ATENCIÓN PSICOLÓGICA

«Ha sido un accidente rápido, inusual y trágico», declaró la consejera. Calzón precisó que la niña, nada más nacer, fue trasladada a la unidad de neonatos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, para ser tratada de una dolencia no grave, y allí está acompañada por una hermana de la fallecida.

La familia mostró ayer su rechazo a la versión oficial. A las puertas del tanatorio en el que se encuentra el cuerpo de su hija, Juan Cortés, el padre de la joven fallecida, informó de que ya han denunciado lo que la familia considera «una negligencia».

El padre de Rocío Cortés declaró que tenía siete hijos. «Pero Rocío -detalló- era la alegría de mi casa, era muy especial. No encuentro palabras para describir la pérdida de una hija con 25 años. Lo normal sería que ella me enterrara a mí».

También manifestó a los periodistas que aún no se había puesto en contacto con él nadie de la Consejería de Salud andaluza ni del Ayuntamiento de Dos Hermanas, donde trabajaba la joven como animadora y que decretó un día de luto oficial en memoria de su vecina Rocío Cortés.