Las cifras del ciberacoso, pese a las campañas de rechazo y concienciación, están llegando a tal extremo que hasta las compañías de seguros están comenzando a cubrir los daños a la reputación digital. Varias empresas, como DAS, Zurich o Arag, han ido presentando seguros que buscan proteger a particulares -y sobre todo a familias con menores a su cargo- contra ciberacoso, robo de información, suplantación de identidad o estafas on line.

Son seguros que se incluyen dentro de las llamadas pólizas de «responsabilidad jurídica», aquellas por las que se contrata un servicio global de abogado que incluye cualquier contingencia, tanto a adultos como a menores, y más que una indemnización para sus víctimas, lo que se asegura es que alguien les va a resolver el problema. «Son servicios, no productos aseguradores. No pretenden resolver siniestros, sino resolver situaciones derivadas de la presencia digital», afirma Mariana Bahía, responsable de innovación de Arag.

Cuando el cliente los contrata, la mayoría de las compañías suelen proporcionar programas para ordenador o app para móviles y tabletas que rastrean la actividad del usuario y captan pruebas ante una posible demanda o reclamación. Algunos dirigen la gestión del producto a los padres, otros a los propios menores.

APLICACIÓN EXCLUSIVA / Es el caso de la aseguradora Das, que se apoya en una app exclusiva para sus clientes, Proofup, que se instala en el móvil del menor y le permite capturar o grabar cualquier situación de acoso. «Desde capturas de pantalla a conversaciones de audio». Por una parte, esta información puede ser compartida con los padres, y por otra, se puede utilizar después como prueba ante quien proceda. «Queremos que sea el propio menor quien comunique la situación y sea dueño de su intimidad, no a un padre que esté controlando lo que hace su hijo porque eso es algo que rechazan los chicos», afirma Jordi Rivera, CEO de la compañía.

Proofup permite la localización del usuario y le da un chat para comunicarse y compartir archivos y la opción de tomar capturas de pantalla o grabar conversaciones incluso de voz. «Permite crear archivos que puedan ser custodiados por un tercero de confianza y da acceso a un abogado que valore cómo actuar en cada caso». Das incluye en su póliza atención psicológica al menor y a la familia, en caso efectivo de acoso, y servicio de petición de borrado en redes sociales. Y su actuación comienza con la mediación ante la escuela, donde existen ya protocolos de actuación.

La pionera en asegurar contra el ciberacoso fue Zurich, que lanzó en mayo del 2016 junto con Telefónica un seguro que cubría «la vida digital» de sus usuarios, desde el ciberacoso a la suplantación de identidad en la contratación de servicios financieros on line, por ejemplo, si alguien pide un crédito en nombre del cliente. Su póliza utiliza un software basado en big data para localizar palabras clave que puedan dar a entender que se está produciendo ciberacoso, pero que a la vez funciona como un programa de control parental clásico.

Arag también comercializa un producto similar desde hace casi un año, con una línea de asesoramiento legal que puede usar tanto la víctima como el acusado de haber realizado un delito. Axa incluye coberturas sobre fraudes en compras en internet en pólizas generales y Caixabank cubre el robo de identidad en internet en su servicio de asistencia jurídica. Y es que, pese a lo innovador de la propuesta, la mayoría de compañías afirma que no ha tenido éxito entre sus clientes.