El Parlamento asturiano se ha pronunciado hoy en contra de que las centrales de generación de energía con carbón que actualmente hay activas en el Principado puedan cerrarse antes de finalizar 2025.

El consejo de expertos creado por el Partido Socialista para aconsejarle sobre la transición ecológica de la economía, recomendó recientemente que se plantease el cierre de las térmicas de carbón en 2025, cinco años antes de la fecha planteada por la comisión de expertos para la transición energética que asesora al Ministerio.

El Congreso de los Diputados también aprobó una iniciativa en octubre del pasado año una iniciativa de Podemos-IU, respaldada por el PSOE e IU, que planteaba el cierre de las térmicas en 2020.

El Gobierno asturiano ya ha afirmado que considera "poco realista" que España llegue al año 2030 sin ninguna central térmica de carbón en funcionamiento y ha reiterado su apuesta por prolongar la vida útil de estas centrales todo lo posible.

Hoy, el Parlamento asturiano se ha manifestado en términos similares al aprobar una moción defendida por el diputado de IU Ovidio Zapico en la que se muestra su "oposición a cualquier intento irresponsable de convertir la transición energética en una ruptura con el modelo actual" porque el cierre de las térmicas de carbón "condenaría al desempleo a muchos asturianos" y afectaría a la competitividad de la industria electrointensiva de la comunidad.

El Parlamento insta también al Ejecutivo asturiano a "impulsar y liderar" una alianza política y ciudadana en la comunidad autónoma que se coordine con otros territorios afectados para que la transición energética "no condene a Asturias" y sus trabajadores, no ponga en riego empleos ni la actividad económica y que no suponga la subida de tarifas.

Asimismo, pide al Gobierno que busque alianzas con otras regiones carboneras para poder reclamar ante la Unión Europea una transición energética "justa y equilibrada".

A propuesta de Foro se añadieron dos puntos en los que plantea un rechazo explícito al anunciado cierre de la térmica de Lada y para que se defienda la elaboración de un nuevo plan de la minería del carbón, propuestas que contaron con el voto en contra de Podemos, pero que salieron adelante.

También se incorporó una enmienda de la formación morada, que a su vez contó con el voto en contra del PP, Foro y Ciudadanos, para exigir un compromiso con el empleo a las eléctricas que se hayan beneficiado de ayudas.

Según Héctor Piernavieja, de Podemos, cuando la región aún no se ha recuperado del cierre de la minería, Asturias no se puede permitir que el empleo que genera se destruya sin su recolocación en otros sectores de alto valor añadido.

También ha planteado la necesidad de que la transición energética se haga "lo más rápido posible" y sin poner límites concretos, por lo que ha rechazado que se ponga 2025 como horizonte temporal.

El socialista Jesús Gutiérrez ha mostrado su apoyo a la mayor parte de los puntos de la iniciativa de IU porque recoge lo que plantea el programa del PSOE del año 2015 en materia de carbón y ha asumido que éste cada vez tiene que tener menos peso en el mix energético, pero que la transición debe hacerse de forma ordenada.

El diputado socialista también ha reconocido que en este campo todos los grupos parlamentarios, incluido el suyo, pueden ser objeto de reproches.

Previamente, la popular Gloria García se había mostrado "perpleja" por ver cómo PSOE, IU y Podemos defendían en el Parlamento asturiano lo contrario que en octubre habían hecho sus grupos en el Congreso, donde se pronunciaron a favor de cerrar las térmicas en 2020.

"La transición no puede ser brusca", ha añadido la parlamentaria popular, que ha instado a esos grupos a "a que defiendan esto en Asturias y en Madrid".

Desde Ciudadanos, Luis Armando Fernández ha defendido un pacto nacional en materia de energía, no sólo del carbón, y una ley de transición energética.