La marea, el proceso de elevación del mar motivado por la atracción que la Luna y el Sol ejercen sobre las grandes masas de agua de la Tierra, alcanzará mañana en la costa europea del Atlántico un nivel excepcional al coincidir varios factores astronómicos que solo se repiten una vez cada 18 años. En las regiones francesas de Normandía, famosas por sus profundas mareas, que llegan a cubrir varios kilómetros de tierra firme, se superarán los 12 metros (seis de subida y seis de bajada), con un máximo de 14 en la zona del Mont Saint-Michel, lo que significa que podrían cubrir un edificio de cuatro plantas. Las previsiones son inferiores para el resto de la fachada atlántica, pero también importantes, como muestran los 6 metros esperados en Ostende (Bélgica), los 5,6 en Inverness (Escocia, Reino Unido), los 4,9 en Bremerhaven (Alemania) y los 4 en Gijón (España) y Aveiro (Portugal).

Debido a sus menores dimensiones, las mareas en el Mediterráneo nunca llegan a esos niveles. Pero si se ha activado para hoy un aviso por fenómenos costeros en el litoral de Tarragona no es por este motivo, sino por el temporal de viento que ocasionará olas de hasta 2,5 metros. En el litoral catalán, la excepcional marea puede suponer una elevación máxima de entre 40 y 60 centímetros.

La marea de estos días es inusual, comenta Eduard Masana, investigador del Departamento de Astronomía de la Universidad de Barcelona (UB), porque coinciden el perigeo, o momento de máxima aproximación de la Luna en su órbita alrededor de la Tierra, que no es exactamente circular, y el perihelio, la máxima aproximación del Sol, "además de estar ambos alineados en el espacio", apunta Masana. En estos casos se llaman mareas vivas o sizigias. "Tenemos incluso el eclipse, aunque la influencia de este fenómeno es mínima", añade Masana. La marea en todo el litoral europeo del Atlántico tendrá técnicamente un coeficiente superior a 110 sobre un máximo de 120, aunque en Normandía se espera un 119. Según informa el SHOM, la autoridad francesa en este campo, estas mareas se pueden predecir con suma precisión --son un ejemplo de "relojería celeste", dice--. Si popularmente ha sido conocida en Francia como la "marea del siglo" es simplemente porque es la primera: el 19 de marzo de 1997 otra.