Una comisión gubernamental creada en Australia (Royal Commission into Institutional Responses to Child Sexual Abuse) ha desnudado todas las carencias que los Testigos de Jehová presentan internamente en este país para proteger de los pederastas a los menores que forman parte de su comunidad. Tras más de un año de investigación, la comisión ha concluido que no actúan «adecuadamente» para eliminar el riesgo que corren los pequeños de ser víctimas de abusos. El informe Estudio del caso 29: La respuesta de los Testigos de Jehová está basado en el testimonio de dos víctimas que fueron agredidas sexualmente cuando eran menores. El trabajo se ha elaborado a partir de audiencias, que se celebraron en julio y agosto del 2015, en las que fueron citadas, además de las víctimas, miembros del credo y diversos expertos. El informe ha analizado también los sistemas, políticas y procedimientos de la organización. «De las evidencias, la comisión considera que los Testigos de Jehová se apoyan en políticas y prácticas obsoletas para responder a las acusaciones de abusos sexuales», se advierte. La normativa que gestiona los casos de abusos a menores no se ha revisado desde el XIX y son «inútiles», ya que consideran culpable al adulto acusado si este confiesa o si la víctima -menor- aporta a «dos testigos oculares».