El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, dijo ayer que el supuesto asesinato con enorme saña de dos ancianos de 87 a manos de dos menores de edad (ayer fue detenido un tercer sospechoso) para robarles supone un «fracaso social». Los portavoces vecinales se preguntan «qué ha fallado» para que se haya producido una tragedia como esta, cuando llevan meses alertando de la escalada de violencia en el barrio Otxarkoaga. Los dos menores habían estudiado en un centro educativo del mismo barrio donde se perpetró el crimen, aunque actualmente estaban matriculados en otros colegios de Getxo y El Peñascal. Quienes tuvieron trato con ellos les recuerdan como dos menores «muy inestables» y, en ocasiones, «agresivos», aunque nada hacía pensar que pudieran llegar a cometer algún día un crimen tan violento. Sí protagonizaron incidentes, como amenazas a otros compañeros y profesores y destrozos en el mobiliario. Ambos sufren problemas de integración social y uno forma parte de una familia desestructurada y ha pasado por centros de acogida. Otxarkoaga tiene 10.000 habitantes de origen obrero.