La Comisión Europea (CE) ha organizado este jueves la primera sesión conjunta del grupo de trabajo sobre la seguridad de los juguetes conectados a Internet, en la que intervinieron el propio Ejecutivo comunitario y las autoridades de los estados miembros encargadas de la protección de datos y consumidores.

El objetivo de la iniciativa es asegurar que los comerciantes de juguetes y aplicaciones conectados a la red como muñecas, osos de peluche y relojes cumplen con la legislación de la Unión Europea (UE).

Recientemente, el Centro de Investigación Conjunta (JRC, por sus siglas en inglés) de la Comisión y expertos internacionales publicaron un estudio en el que analizaban las "oportunidades y riesgos" de estos productos. Aunque la investigación destaca el potencial de los juguetes conectados a Internet en el campo educativo, también advierte sobre la posibilidad de que graben, almacenen y compartan información sobre sus usuarios, lo cual plantea dudas en torno a la seguridad y privacidad de los menores.

El comisario europeo de Educación y responsable del centro encargado del estudio, Tibor Navracsics, destacó en un comunicado que el documento incluye "recomendaciones prácticas" para los legisladores y las administraciones para abordar las oportunidades y riesgos de estos juguetes.

"Es fácil ver el motivo de que los juguetes conectados a Internet resulten atractivos para los niños, pero no deberíamos ignorar las implicaciones que su uso plantea para la seguridad y privacidad", añadió el político húngaro.