La cadena de tiendas británica 'Argos' ha sido acusada de racismo por vender muñecas negras y asiáticas por 10 libras menos que las blancas, a pesar de tener los tres modelos, de la marca Corolle Calin, la misma calidad. La muñeca blanca llamada 'Maria' se vendía online por 34.99 libras (unos 46 euros), mientras que la negra 'Naima' y la asiática 'Yang' se venden por 24.99 libras. Estos juguetes están orientados, según su página web, a niños de más de 18 meses.

Lisa O’Reilly, una madre de 32 años de Lincolnshire, Reino Unido, se ha quejado tras darse cuenta de la diferencia de precios. “Es inaceptable que los niños piensen que ser blanco es mejor”, ha dicho O’Reilly al rotativo The Sun, puesto que “ya hay suficiente racismo en el mundo sin tener que batallar contra juguetes racistas”. La empresa le ha pedido perdón y ha asegurado que se trataba de un "verdadero error de precio", según el diario MailOnline.

Sin embargo, la tarde del jueves se ha constatado que la supuesta “rectificación” y vuelta al que debía ser su precio inicial se identifica en la página web como un descuento. Ahora, si bien ‘Naima’ y ‘Yang’ valen lo mismo que 'Marie', debajo del precio de esta última 'Argos' indica que el consumidor “Ahorra 10 libras”.

POLÉMICA CON LEGO

'Argos' es la cadena de venta al por menor líder en el Reino Unido, emplea a unas 31,000 personas y provee a 130 millones de clientes al año a través de sus 740 tiendas. El año pasado ingresó más de cinco billones de euros. No es la primera vez que un juguete es motivo de polémica racista, ya que en 2013 la marca 'Lego' fue acusada por la comunidad turca de tal discriminación. Se consideró que una de las construcciones para niños hacía referencia a una mezquita, por la forma del palacio de Jabba the Hutt, uno de los personajes de la saga 'Star Wars' que vive en un palacio abovedado con una torre de vigilancia separada. En su momento, Lego respondió que no se trataba para nada de una alusión a la comunidad musulmana.