La Guardia Civil ha desarticulado una de las organizaciones más importantes dedicadas al tráfico de hachís entre España y Marruecos en una operación que ha permitido la detención de siete personas y la intervención de más de 2.000 kilos de droga.

Según informó ayer el instituto armado en una nota, en la operación han participado miembros de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Melilla y Tarragona, en colaboración con agentes de Alicante, Valencia y Madrid. Entre los siete detenidos, todos ellos de nacionalidad española, se encuentra el líder de la organización, un ciudadano con residencia en Melilla, desde donde dirigía y coordinaba todos los movimientos de la red, así como dos agentes de la Guardia Civil, destinados en la península.

La operación se inició a principios de septiembre del 2013, al tener sospechas de la comisión de delitos de narcotráfico a gran escala por vía marítima y de la posible existencia de una organización muy bien asentada y con infraestructura estable en diversas localidades. Esta primera fase de la operación dió lugar a una segunda parte, desarrollada el pasado 23 de julio y dirigida por Juzgado de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, que culminó con la detención de otras cinco personas en Melilla, Alicante, Madrid y Valencia, lugares donde se llevaron a cabo registros domiciliarios en las viviendas de los detenidos.

LOGÍSTICA El cabecilla de la red facilitaba a las organizaciones de narcotráfico organizado de hachís del norte de África la logística y los medios humanos y materiales necesarios para trasladar la droga a España. Para ello, les proporcionaba embarcaciones de alta velocidad, provistas de motores de gran potencia, las cuales eran modificadas en puertos marroquís para el transporte de grandes cantidades de droga a las costas del litoral mediterráneo. La operación continúa abierta.