La Policía Nacional, en colaboración con agentes belgas y griegos, ha desmantelado una organización que llevaba más de una década dedicada a la inmigración ilegal de personas procedentes Oriente Medio para introducirlas en el norte de Europa a cambio de hasta 3.000 euros por una documentación falsa.

En total han sido detenidas siete personas en Madrid y una más en Atenas, donde la organización contaba con un laboratorio para elaboración los documentos falsos de viaje que proporcionaban a ciudadanos sirios, afganos e iraquíes a cambio de llegar a territorio Schengen, sobre todo países del norte de Europa.

La investigación comenzó hace casi dos años cuando fue detenido un miembro de la organización, que ejercía como correo entre Atenas y Madrid transportando documentación falsificada, a instancias del que después resultó ser el principal responsable de toda la trama.

Se trata de un ciudadano sirio encargado de las operaciones de traslado, mientras que su hermano, asentado en Grecia, elaboraba y distribuía los pasaportes y visados falsos.

Cada uno de estos documentos proporcionaba un beneficio de más de 2.000 euros a la organización, ingresos que podían incrementarse si los trasladados solicitaban la colaboración de un "pasador" para el cruce de fronteras.

Los pagos por los servicios prestados se realizaban a través de empresas de transferencia de dinero, a nombre de terceras personas, con la finalidad de impedir la vinculación del dinero con los miembros de la organización.