Una operación contra el cultivo y la exportación de marihuana llevada a cabo por los Mossos d’Esquadra se saldó la madrugada del lunes con 24 presuntos traficantes detenidos en el registro de 23 domicilios y locales.

Según una investigación de la División de Investigación Criminal de los Mossos, bajo secreto de sumario, los detenidos formaban parte supuestamente de una red de cultivo y tráfico de cannabis que vendía la mercancía al Reino Unido, donde multiplica casi por tres los beneficios. Los 24 detenidos son españoles y residentes en Segur de Calafell, Tarragona, La Bisbal del Penedés, Gavá, Viladecans, Corbera de Llobregat y El Prat, entre otras localidades.

Los Mossos comenzaron la operación por los domicilios, despertando a los sospechosos en su cama. La segunda fase fue ir con ellos hasta el lugar de la plantación. Según fuentes policiales, todas eran cubiertas y contaban con toda la tecnología para maximizar el aprovechamiento del espacio, ubicado en locales alejados de los núcleos urbanos. La infraestructura necesaria para producir marihuana a oscuras se basa en las lámparas de sodio. Sustituyen la luz solar y doblan, o triplican, la productividad, porque en estos espacios cerrados nunca es de noche. La instalación se completa con ventiladores, humidificadores, extractores, tierra, abono y un transformador eléctrico. Según un informe, con una inversión inicial de 6.000 euros, en un año resulta posible ganar unos 200.000 euros limpios. El secreto está en venderlo al resto de Europa, donde el valor de la cosecha se multiplica a medida que se avanza hacia el norte.

Los datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito certifican que en España cada gramo de marihuana cuesta unos cinco euros. En Francia, casi el doble, 9,3 euros. En Alemania el precio asciende hasta a los 11,1. En Finlandia se paga a una media de 18. La red desarticulada exportaba a Inglaterra. Según los datos de esta oficina mundial, en el Reino Unido el gramo se paga a unos 15 euros:a casi 15.000 el kilogramo.