La Policía Nacional dio ayer por desarticulado el clan Radosalevic, un grupo de origen serbio e instalado desde hace años en Tarragona, tras descubrir que la organización mafiosa había intentado comprar un riñón a un inmigrante marroquí para implantárselo al hijo del líder del clan. Agentes policiales arrestaron ayer a 48 personas del clan, que se dedicaba, entre otras actividades, a robar en domicilios particulares.

Al inmigrante marroquí le llegaron a ofrecer 6.000 euros por uno de sus riñones, pero finalmente el donante se echó atrás por miedo a no recibir lo pactado. Al parecer los serbios llegaron a hacer creer al magrebí que tan solo iba a donar sangre. Después de dar marcha atrás a última hora, el donante forzoso fue retenido durante unas horas en una casa de la organización donde le pegaron una paliza y le amenazaron con matarle, por lo que volvió a aceptar. El clan Radosalevic llegó a España en el 2002 y se estableció entre la Costa Dorada (Tarragona) y Castellón, aunque su actividad delictiva ha sido itinerante y sus robos en domicilios se han producido en todo el territorio español. La organización se distinguía de otras porque usaba a mujeres menores de edad.

PAGOS A LAS FAMILIAS En algunos casos, el clan pagaba una dote a sus familias de unos 100.000 euros para que las chicas se casasen con integrantes de la organización y en otros directamente las adoptaba. Tenía a su servicio a varias niñas de hasta 13 años. La mujer del líder del grupo era la encargada de seleccionarlas según sus aptitudes para el robo.

El ciudadano marroquí que se había mostrado dispuesto a donar su riñón llegó a comenzar el proceso de pruebas médicas y se sometió a las primeras analíticas para verificar si era apto para realizar el trasplante.

Pese a que las autoridades sanitarias ya tenían conocimiento, ya que la Policía así se lo había comunicado, de que se trataba de una donación a cambio de dinero y, por tanto, nunca se llegaría producir, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) no abortó el proceso, pues podría afectar al resto de asuntos que se investigaban en torno a los Radosalevic.

El marroquí, a quienes los investigadores han calificado como "víctima-testigo" se encuentra en España en situación irregular, pero según fuentes policiales, por el momento no será expulsado, ya que se está bajo tutela judicial.