Los Reyes presidieron ayer la entrega de las becas La Caixa a 120 seleccionados en la convocatoria del 2016 para cursar estudios de posgrado en el extranjero. Se trata de la 35ª edición del programa. Durante su discurso, el Rey animó a los jóvenes estudiantes a «esforzarse para después contribuir al bien común», ya que aquello que consigan ahora «impactará en nuestro futuro como país».

Las becas tiene una dotación global de 8,8 millones de euros. Al acto asistieron, entre otros, Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat; Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno de España, e Isidre Fainé, presidente de la Fundación Bancaria La Caixa.

Patricia Pozo-Rosich, becaria en el año 2003, se dirigió a los asistentes en representación del colectivo de exbeneficiarios del programa. Esta licenciada y doctora en Medicina por la Universitat de Barcelona se especializó en el campo de la migraña en EEUU y Londres con la ayuda de la beca La Caixa y actualmente dirige la Unidad de Cefalea del Hospital del Vall d’Hebron de Barcelona.

Barcelona (con 32 becados) y Madrid (26) son las provincias con más candidatos. Europa encabeza los lugares de destino, con 65 beneficiarios. La edad media de los becarios en esta convocatoria es de 25 años, el 43,3% son mujeres y el 56,7% hombres. Se han concedido becas a candidatos de 30 disciplinas distintas, las más representadas son ingeniería y tecnología (20), economía y empresa (13), arquitectura (9), derecho (9) y biología molecular y bioquímica (8).

Felipe VI animó a los jóvenes a «aprovechar al máximo estas becas de excelencia» y felicitó a La Caixa por su «generosidad y visión de futuro en esta apuesta que fomenta la excelencia de los jóvenes universitarios», a quienes aseguró que ««España la construimos entre todos, y vosotros estáis llamados a participar en ese esfuerzo colectivo».

Fainé destacó que uno de los rasgos que singularizan el programa de becas es la «universalidad de las disciplinas», ya que el progreso de un país «no se mide solo por la capacidad de sus técnicos o científicos, sino también por la creatividad de sus artistas, poetas o el espíritu crítico de sus pensadores». «Son nuestra esperanza para un futuro mejor», concluyó sobre los becados.