Las tres W fueron la clave, el inicio de una revolución que apenas acabamos de alum brar y cuyo desarrollo abre la puerta a servicios de futuro que hoy son difíciles de imaginar. Llegarán, como ha llegado a nuestras vidas la soñada utopía empresarial de vender un producto o servicio en cualquier rincón del planeta y que colocó a Jezz Brezos, el fundador de Amazon, como el hombre más rico del mundo tras la última y exitosa edición de rebajas del Black Friday. Desde las pequeñas mercerías de Zaragoza, hasta grandes almacenes y empresas de transporte de viajeros en Delicias, por poner solo algunos ejemplos, ofrecen sus servicios a los posibles compradores a cualquier hora del día o la noche, a pocos metros de distancia o en el más alejado pueblo de la geografía aragonesa. Un clic en el smartphone y en pocas horas el producto está en casa: una lavadora, una pizza o un billete de tren para hacer el viaje prometido.

De los mercaderes medievales al ecommerce el viaje ha sido largo, aunque la verdadera aceleración se ha producido en los últimos años; más todavía, según los expertos su verdadero potencial se está empezando a desarrollar hoy. Datos hechos públicos por Ecommerce Europe indican que España se ha colocado en la cuarta posición del ranking de ventas on line en el conjunto europeo. El potencial de crecimiento en nuestro país es alto, sobre todo, debido a factores coadyuvantes como es la elevada penetración de teléfonos móviles: un 81%, a la cabeza de Europa. Son una herramienta perfecta para las compras en manos de los millennials y de las generaciones que, paso a paso, se han ido apuntando a la revolución móvil. Según un estudio de eshopper Barometer, el 48% de los españoles compran mediante este dispositivo, nueve puntos por encima de la media europea. Y creciendo.

CASOS DE ÉXITO

Las grandes marcas, conscientes del éxito de la venta por internet han puesto en marcha sus propias iniciativas, incluso las que parecían más arriesgadas, como la venta de servicios, que han sido muy bien acogidas. Agilidad, ofertas sustanciosas y capacidad de ajustarse a las necesidades del consumidor han configurado una vía de negocio que, hoy por hoy, es irrenunciable. Por poner algunos ejemplos, el asador argentino El Rancho ubicado en Madrid aprovecha las posibilidades que ofrece Facebook para mantenerse en contacto con sus clientes y crear una comunidad de más de 15.000 fans con los que comparte contenido de interés, o promueve concursos que animan a la participación y a la dinamización de la comunidad.

Otro caso de éxito es el de la compañía Renfe que vendió en 30 minutos 35.000 billetes a 25 euros dentro de su campaña on line #25AniversarioAve. En Renfe.com se reciben 12,2 millones de visitas al mes y se compran el 45% del total de los billetes vendidos. Otro dato de evolución interesante es que, según fuentes de la compañía, el 55% de visitas se reciben a través de smartphones, un dato que supone un incremento de un 165% respecto al año 2012.

NUEVO CONSUMIDOR

Desde finales de los años noventa, la manera que los consumidores realizan sus compras ha cambiado de manera muy significativa provocando un cambio notable de hábitos. Aragón no queda a la zaga, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE): el número de aragoneses que han adquirido productos en internet en los últimos 12 meses ha aumentado casi un 20%, llegando a superar los 530.000 usuarios. Esta coyuntura responde a que la oferta disponible y accesible desde la comodidad del sofá se ha multiplicado exponencialmente y, en segundo lugar, porque también aumenta la capacidad de comprar las características y el precio de los productos a nivel global. Antes de que la red se convirtiera en una herramienta de compra, el usuario tenía que confiar en los precios que ponía la tienda o la empresa. En ese momento el boca a boca era importante, mientras que hoy las redes sociales y las páginas especializadas en comparar productos y servicios han tomado la iniciativa. Por otro lado, la mejora de la seguridad en los pagos, la flexibilidad de las entregas y la política de devoluciones en caso que el producto no cumpla expectativas, ha alumbrado al nuevo consumidor 3.0: infiel, exigente y más satisfecho.

APLICACIONES. El escaparate de los nuevos negocios

Según los estudios disponibles, la transformación digital no para de avanzar y ha llegado a todos los sectores económicos. El éxito del modelo de comercio electrónico se pone de manifiesto en los datos de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), que habla de un crecimiento del 20,3% de la facturación. En cuanto a compradores, indica que más de 25 millones de ciudadanos acceden a internet cada día. En grupos de edad como los millennials y la generación Z, el porcentaje de usuarios diarios de internet se dispara.

Los más jóvenes, pero no únicamente ellos, utilizan sus móviles para la compra a través de aplicaciones, razón por la que las empresas han situado estas herramientas como la puerta de entrada a sus negocios virtuales. En el terreno de los trabajadores móviles, las aplicaciones más valoradas son la contratación de servicios hoteleros y restauración, así como proveedores de viajes. Un ejemplo significativo es la aplicación Renfe Ticket que ya ha registrado 13,4 millones de visitas en los 9 primeros meses del año.

Se trata de una app de venta de billetes y gestión de viaje a bordo de trenes de alta velocidad, larga y media distancia. Permite comprar, cambiar y anular billetes desde el móvil, así como guardarlos hasta el día del viaje para acceder al tren e incorporarlos a la agenda. Los viajeros frecuentes pueden formalizar los viajes fácilmente y consultar todos los billetes asociados.