El consejero catalán de Interior en funciones, Felip Puig, aceptó ayer la dimisión del comisario jefe de Recursos Operativos de los Mossos d'Esquadra y jefe de los antidisturbios. Sergi Pla es el eslabón en la cadena de mando donde se decidió no elevar el informe en el que se recogían disparos en la zona donde Ester Quintana perdió un ojo el 14-N.

Puig acudió ayer al Parlament a presentar a los partidos políticos el que en teoría debería ser el informe definitivo sobre lo ocurrido aquella noche. Allí reveló que había puesto su cargo a disposición del presidente de la Generalitat, Artur Mas, por este caso hasta en dos ocasiones. "Yo soy el responsable último de una situación que ha generado una duda sobre la actuación de los Mossos", explicó. Por eso, dijo, acudió a "pedir perdón al Parlament y a la sociedad" por haber asegurado en la Cámara catalana el 3 de noviembre que no se disparó donde sí se hizo.

LAS VERSIONES El consejero negó rotundamente entonces que dispararan ningún proyectil en la zona donde cayó herida la mujer herida, Ester Quintana. Una versión que quedó en entredicho tras aparecer un vídeo, primero, y un informe de los Mossos, después.

Ahora bien, Puig hizo hincapié ayer en que los Mossos no son los culpables del impacto que recibió la víctima. "De la información que tenemos, no se puede desprender que la lesión de Quintana haya sido causada por una acción de los Mossos". Tras las nuevas indagaciones realizadas, informó de que en la zona se dispararon siete proyectiles, pero que ninguno pudo haberla herido porque fueron posteriores. Puig asegura que en ningún caso ha habido voluntad de ocultar información por parte de los mandos de Mossos, sino que la falta de ese informe lo achaca a un error de cálculo, porque los informes que le remitieron se centraban en qué ocurrió en el punto donde cayó herida Quintana y no en zonas adyacentes. Y aunque cabe destacar que las pelotas de goma rebotan, describiendo una trayectoria aleatoria, Puig no fue capaz ayer de aportar una hipótesis alternativa a la del proyectil.

Por ello, defiende que la información que dio en su comparecencia en el Parlament fue "veraz pero incompleta", lo que, a su entender, ha generado una sombra de duda que ha afectado la imagen de los Mossos.

El consejero indicó que había tardado varios días en dar información porque quería tener todos los informes exhaustivos.

Así, por ejemplo, con respecto a los disparos que se hicieron ese día, Puig explicó ayer que fueron 640 salvas (disparos sin munición), y 62 proyectiles de lanzadora, pero que de las 4.526 pelotas de goma que salieron de la comisaría de Egara volvieron las mismas exactas y que estaban intactas.