La primera ley contra la violencia machista (limitada exclusivamente al ámbito conyugal) romperá el silencio en China sobre un problema generalmente entendido como privado y obligará a actuar a policía y jueces. El proyecto, sometido a consulta pública antes de su aprobación, define por primera vez qué es la violencia en el matrimonio y agiliza las órdenes de alejamiento.

El juez estará obligado a concederlas dentro de las siguientes 48 horas de la solicitud y la víctima tendrá que iniciar el litigio antes de un mes para que no caduque. La normativa excluye a solteras y divorciadas pero, a pesar de estos y otros aspectos manifiestamente mejorables, las organizaciones chinas de mujeres aplaudieron la llegada de una ley que habían solicitado durante décadas. La violencia conyugal es un problema invisible, generalizado y asumido en China. La Federación de Mujeres señalaba que la sufren el 40% de las casadas o en cualquier tipo de relación, pero estas cifras se quedan cortas porque la mayoría no denuncia o desconoce el concepto.

DEFINICIÓN Aunque Mao dictase una ejemplar ley igualitaria más de medio siglo atrás, el concepto de violencia conyugal no fue introducido hasta el 2001 en una enmienda a la ley del matrimonio. Pero al faltar la definición, la policía y los tribunales acostumbraban a desentenderse del caso si no había heridas graves y dirigían a las víctimas hacia asociaciones de mujeres. La realidad de un país en desarrollo con escasas coberturas sociales y refugios y la tradición confuciana, que subraya el respeto al hombre, acaban desincentivando la denuncia o empujan a la víctima de regreso al agresor.

Los expertos señalan que la inclusión de la violencia conyugal en una ley impulsará el cambio de la mentalidad social, sobre todo en las zonas rurales, y trasladará el problema de su actual esfera doméstica a la legal. Solo una cuarentena de países tiene leyes sobre el asunto.