La presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, aseguró ayer que la norma por la que se ordenó a los centros sanitarios prestar a los inmigrantes irregulares toda la atención incluida en el Servicio Nacional de Salud es "provisional", y que habrá una nueva en el plazo de uno o dos meses.

Así lo explicó ayer la presidenta regional en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, cuando los periodistas le preguntaron por las críticas con que ha recibido parte del sector sanitario una orden, cursada el pasado viernes, que consideran "ambigua" y difícil de ejecutar.

Cifuentes aclaró que esta norma provisional sí incluye toda la atención sanitaria, también a la dispensación de recetas y la garantía de acceso a los medicamentos, y explicó que ahora se está atendiendo con "normalidad" a todos los inmigrantes y el problema ya está "solucionado".

No obstante, el Gobierno de la Comunidad de Madrid considera que esta situación es provisional y que la norma definitiva se aprobará una vez reunido el Consejo Interterritorial de Salud, donde, a juicio de la presidenta, se debería alcanzar un acuerdo entre todas las comunidades autónomas para garantizar la misma atención en todo el Estado. "En principio confiamos en que se llegue a un acuerdo".

Tras admitir que ha podido haber "alguna disfunción" y algún profesional que no entiende la circular remitida por la Consejería de Sanidad a los centros sanitarios, Cifuentes expresó que esas situaciones se van a ir resolviendo. "Por encima de todo, lo importante es que a las personas se les atienda", insistió. Además, la presidenta madrileña reiteró que quiere una "solución común" para todas las comunidades, y apuntó que si bien no se pueda dar una tarjeta sanitaria por los "problemas legales" que generarían con la Unión Europea, sí puede facilitarse un "documento acreditativo".